La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha admitido que la situación con respecto a los incendios en España es “dantesca”. La UME, dice, no ha visto nada igual “en 20 años”, ha expuesto en una entrevista en la SER. “Son fuegos de enorme voracidad y muchos de ellos incontrolables”, ha abundado, reconociendo que no podrán ser sofocados hasta que concluya la ola de calor.
«Son muchos focos al mismo tiempo que se retroalimentan. No sabría decir el sitio más complicado. Hay fuegos que se creen que están desactivados y se vuelven a reactivar. A todo esto se suma el humo, que hace que por vía aérea no se pueda hacer nada», ha explicado, reconociendo que están viviendo momentos de enorme frustración.
Robles ha insistido en que todos los medios disponibles de la Unidad Militar de Emergencias están trabajando desde el 2 de agosto en la ola de incendios que asola España. Además, desde el fin de semana se ha incrementado el operativo para tareas de apoyo.
No obstante, ha recordado que este refuerzo de militares no puede atacar directamente el fuego porque su preparación no incluye dicha labor ni se tienen los medios para ello. Se centran, y seguirán haciéndolo, en labores de logística.
Con todo, la ministra apunta a que “hasta que la ola de calor no amaine, va a ser incontrolable” porque «en la situación en la que estamos es imposible hacer frente a los fuegos«.
En este sentido, la AEMET ha informado a través de su cuenta oficial de X que, a pesar de que la ola de calor comienza a remitir, “todavía se alcanzarán hoy temperaturas muy altas en el este y sur de la Península”.
Hace un llamamiento a la “precaución” porque el peligro de incendios es “muy alto o extremo” en la mayor parte de España.
Pérdidas materiales
Margarita Robles ha reiterado que la prioridad es salvar vidas: “Ya llevamos cuatro muertos y varios heridos».
Con respecto a las personas que se resisten a evacuar sus casas, la ministra ha admitido que lo entiende, pero pide seguir las indicaciones de los profesionales: «Entiendo el drama humano de gente que lo pierde todo, pero para atacar el fuego hay que ser profesionales y no se pueden poner en riesgo vidas».
«En ocasiones hay que asumir pérdidas materiales para evitar daños mayores», ha remachado.