La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo persigue responder a todas las peticiones, y cuando sea posible, ofrecer una alternativa extrajudicial a preocupaciones o cuestiones legítimas, que siempre en relación con los ámbitos de actividad de la UE, los peticiones hacen llegar.
Gracias a las peticiones, el Parlamento, a través de esta Comisión, puede comprobar sobre el terreno la forma en que se aplica la legislación europea y hasta qué punto las instituciones responden a las inquietudes que se plantean.
En la anterior legislatura europea, esta Comisión gestionó 6.991 solicitudes: 1.357 peticiones en 2019, 1.573 peticiones en 2020, 1.392 peticiones en 2021, 1.217 peticiones en 2022 y 1.452 peticiones en 2023.
Las peticiones recibidas abordaban una amplia gama de temas, principalmente en el área de los derechos fundamentales (es decir, discapacidad, derechos de las mujeres, derechos de los niños, igualdad LGBTI, libre circulación, derechos de voto), medio ambiente, salud, justicia, empleo y derechos de los consumidores.
Un número significativo de solicitudes dio lugar a acciones legislativas o políticas, casos piloto de la UE e incluso a veces a fallos preliminares o procedimientos de infracción.
España en la Comisión
Durante la nueva legislatura que acaba de empezar en el Parlamento Europeo, tres eurodiputadas españolas jugarán un rol especial. Ellas serán las coordinadoras de sus grupos políticos en dicha Comisión.
Se trata de Alma Ezcurra (PP), por parte de los Populares Europeos; Sandra Gómez (PSOE), por parte de los Progresistas Socialistas y Demócratas y Ana Miranda (BNG) por parte de los Verdes.
Los coordinadores en las comisiones parlamentarias son los líderes políticos de cada grupo en la Comisión. Además, coordinan el punto de vista de su grupo con respecto a los temas que tiene ante sí la Comisión y, junto con el presidente y los vicepresidentes, organizan el trabajo de este órgano.
Además, Dolors Montserrat (PP), que durante el anterior periodo legislativo fue la presidenta de la Comisión, será la vicepresidenta primera.
Alma Ezcurra

Alma Ezcurra (PP) será quien ordene los trabajos del Grupo Popular Europeo en esta Comisión. Ha trabajado como asesora y analista en distintas instituciones.
Tras las elecciones autonómicas de 2023, fue elegida diputada autonómica en la Asamblea de Madrid. En esa Cámara fue presidenta de la Comisión de Sanidad. Comparando su paso por la política regional con sus nuevas labores en las instituciones comunitarias, Ezcurra reconoce que «el salto es radical, es todo absolutamente distinto. Hay que resetear de algún modo la cabeza. Uno de los hallazgos que he tenido es que todo se debate, todo se discute. Los grupos nos reunimos para debatir entre todos todo. Los enfoques son fruto de un consenso y el consenso viene del diálogo«.
Acercar la Unión
En los últimos comicios europeos ocupó el tercer puesto en la lista del Partido Popular. Durante la campaña, la madrileña reivindicó la importancia de seguir defendiendo el modelo europeo acercándolo a la ciudadanía: «me harté de decir que había que meterle un meneo a Europa, que una de las cosas que más me preocupaba era la desafección de la gente con las instituciones europeas. Creyendo que la UE es el mejor poryecto de paz que nos hemos entregado, creo también que sin el apoyo de la gente esto va a morir».
A día de hoy, todavía hay quién no cree en la relevancia de este órgano parlamentario puesto que no tiene competencias legislativas. Para acabar con esas falsas creencias, la popular defiende que «hay que dejar de usarla como el teatro que ha sido hasta ahora. Nos lo tenemos que tomar enserio porque de verdad tenemos una responsabilidad».
Mayoría española
Los ciudadanos españoles destacan sobre el resto de europeos a la hora de ser favorables al derecho de petición y presentar sus reclamas: «es un síntoma de calidad democrática». Por ello, durante esta legislatura tendrán un peso importante en la Comisión, sin embargo Ezcurra asegura que «existe el riesgo de que la Comisión de Peticiones se convierta en una comisión española. Me preocupa mucho que se convierta en un lugar de refriega de debates nacionales y que estemos desplazando el uso de la Comisión».
Sandra Gómez

Sandra Gómez (PSOE) forma parte del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas(S&D). Fue durante ocho años vicealcaldesa de la ciudad de València en el Gobierno de coalición liderado por Joan Ribó (Compromís). En el consistorio se encargó de áreas como el Desarrollo Económico Sostenible y el Envejecimiento Activo. Además, Gómez es la secretaria general de los socialistas en València.
Tras las elecciones europeas del pasado 9 de junio, Gómez dio un salto para pasar de la política municipal a la gestión europea. De trabajar para 791.413 ciudadanos a representar a 448,4 millones habitantes. En conversación con Demócrata asegura que «ahora toca hacer desde la Unión Europea lo que hacía en valencia, representar a todos los ciudadanos «. Además, la eurodiputada se muestra esperanzada con este nuevo reto: «en la política municipal me he forjado un perfil al lado de la ciudadanía, eso encaja a la perfección con el trabajo que hace esta comisión; dar voz a los europeos».
Gómez defiende que esta es «una Comisión muy importante, porque acerca las instituciones europeas a los ciudadanos. Los eurodiputados que formamos parte de ella tenemos que velar porque todo lo que se aprueba se cumpla». En este sentido, hace hincapié en la relevancia «política» del órgano parlamentario ya que «revisa que todos los estados miembros cumplan con las directivas, hay distintas cuestiones sobre las cuáles la Comisión tiene competencias directas como son las libertades fundamentales, los derechos humanos o el medio ambiente».
Tres coordinadoras
Sobre las que serán sus compañeras en la Comisión, Gómez cree que el hecho de que sean tres coordinadoras españolas «ayudará a llegar acuerdos en las cuestiones que afectan a España pero, sobre todo al resto de países». Advierte que este no es un órgano «para los partidos, tampoco se puede nacionalizar, tenemos que tener amplitud de miras para atender todas las solicitudes que nos lleguen, vengan del país que vengan».
Ana Miranda

Ana Miranda (BNG) será la coordinadora del Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea (Verdes/ALE) en la Comisión. Ocupó escaño por primera vez en el Parlamento Europeo en el año 2012, en las elecciones de 2009 había sido la candidata en la lista de Europa de los Pueblos-Verdes con ERC, entre otros.
Desde entonces, ha ido ocupando escaño en cada legislatura de forma interrumpida, ya que los representantes de las distintas coaliciones con las que se ha ido presentando el BNG se alternaban en el puesto. En las últimas elecciones europeas obtuvo el acta de parlamentaria con la candidatura de Ahora Repúblicas.
Desde su inicios en el Parlamento Europeo forma parte de la Comisión de Peticiones. Ha trabajado en ella en las últimas cuatro legislaturas. Además, durante el último período legislativo fue vicepresidenta de esta misma Comisión. Su experiencia le sirve para hacer un balance completo del trabajo que la Comisión viene desempeñando en los últimos años.
Uno de los grandes hitos que marca fue la cuestión Schengen entre Rumanía y Bulgaria:» nuestros actos tuvieron mucha repercusión en esos países, fuimos muy relevantes, al igual que con la pandemia, o con la tarjeta de discapacidad, con la apicultura…», apunta Miranda.
La eurodiputada gallega reivindica que se trata de una Comisión «muy activa, con muchísimo dinamismo porque vienen los peticionarios al Parlamento Europeo a defender sus reivindicaciones. Nosotros siempre hemos tenido un papel muy activo, es un trabajo de mucha alerta, muchos ciudadanos vienen a trasladarte peticiones «.
En determinadas ocasiones lo que aporta valor a su trabajo es que el órgano tiene que alertar «cuando las cosas no se están haciendo bien». «Somos el pepito grillo de las instituciones europeas», bromea Miranda.
Una Comisión abierta
De cara al nuevo período legislativo, Ana Miranda pide a sus compañeras que no se convierta en «una Comisión española, tiene que ser una comisión de ámbito europeo, abierta a todas las denuncias, tenemos que representar todos los intereses».
Cree que las organizaciones políticas le dan mucha importancia a esta institución por la visibilidad que tiene. «Al ser una comisión que no es legislativa no todo el mundo quiere entrar, parece una comisión secundaria pero, cuando hay problemas es a la que viene todo el mundo, la más real”, defiende.
¿Cuál es el trabajo de la Comisión?
Las peticiones que cumplen las condiciones especificadas se remiten a la Comisión de Peticiones, que decide en primer lugar si la petición es admitida a trámite. Para ello, comprueba que el tema tiene relación con los ámbitos de actuación de la Unión Europea.
Según las circunstancias, la Comisión de Peticiones podrá adoptar una o varias de las siguientes medidas:
- pedir a la Comisión Europea que efectúe una investigación preliminar sobre una petición e informe de si se respeta o se infringe la legislación de la Unión pertinente;
- transmitir la petición a otras comisiones del Parlamento para su información o para que inicien otras actuaciones (por ejemplo, una comisión puede elaborar una opinión destinada a la Comisión de Peticiones, o debatir o tener en cuenta una petición en el marco de sus actividades legislativas, políticas o de control);
- si la petición hace referencia a un caso específico que requiere atención individual, la comisión podrá ponerse en contacto con las instituciones o autoridades competentes o intervenir a través de la representación permanente del Estado miembro en cuestión para resolver el asunto;
- adoptar las medidas que considere adecuadas para tratar de resolver un problema o dar una respuesta adecuada a la petición.
La comisión también decide si procede incluir en el orden del día de sus reuniones una determinada petición, y en caso afirmativo se invita a la persona peticionaria, a la Comisión Europea y a los representantes de los Estados miembros. Durante la reunión, las personas peticionarias, si así lo desean, presentan su petición y la Comisión Europea expone oralmente su punto de vista y comenta su respuesta escrita dada a las cuestiones planteadas en la petición.
En algunos casos concretos, la comisión puede decidir celebrar una audiencia, realizar una visita de información al país o región de que se trate y aprobar un informe de misión que contenga sus observaciones y recomendaciones. También puede preparar una breve propuesta de resolución que deberá ser votada por el Parlamento en sesión plenaria.











