¿Está cerca el fin de los prospectos de medicamentos en papel? Europa está por la labor, pero médicos, farmacéuticos y pacientes empujan en dirección contraria. La Unión Europea está trabajando en una directiva -de momento, solo es un borrador- para eliminarlo en un plazo de cinco años; una medida a la que se oponen varios agentes del sector.
El Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM), el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF), la OCU, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) han firmado un documento en el que se pide mantener el prospecto en papel como obligación legal, pues entienden que el formato digital debería ser complementario, no sustitutivo.
A su juicio, la medida no haría sino incrementar las desigualdades en el acceso a información esencial, dando como resultado posibles dificultades a la hora de hacer un uso correcto del medicamento.
Estas organizaciones abundan en que la directiva impactaría, fundamentalmente, contra los colectivos más vulnerables, como las personas mayores, polimedicadas y/o con escasa alfabetización digital; lo que de facto, incurriría en una discriminación por razón de edad y discapacidad.
El documento, presentado este miércoles en la sede de CGCOM, lamenta que el plazo de cinco años que plantea Europa para eliminar el prospecto en formato papel es insuficiente puesto que no es un tiempo prudente para cerrar la brecha digital. “Un modelo exclusivamente electrónico requiere de más tiempo”, reza.
Las personas de mayor edad son los que más fármacos consumen y, a su vez, los que más dificultades suelen tener en el uso de medios electrónicos por la brecha digital.
Además, los pacientes polimedicados podrían encontrar serias dificultades si se les priva del papel.
La edad no es el único factor, también lo es la capacidad económica. Algunas personas con dificultades financieras podrían no tener acceso a dispositivos electrónicos o no contar con una conexión estable a Internet.
Por todo ello, médicos, farmacéuticos y pacientes coinciden en que, si bien sería positivo incorporar formatos electrónicos, esto debería ser complementario, en ningún caso sustitutivo. Así, se facilitaría una información ampliada y actualizada para quienes tengan acceso a internet sin limitar a los que no.
Médicos, pacientes y farmacéuticos consideran que la información de los prospectos no es un mero anexo, sino que se trata de una herramienta fundamental para el uso racional del medicamento. Y esa información es, en muchos casos, clave; como por ejemplo en el caso de personas dependientes. El papel permite a los cuidadores acceder de forma inmediata a las indicaciones para un uso seguro.
“La información clara y accesible sobre medicamentos reduce los errores de medicación y mejora los resultados de salud, por lo que cualquier medida que dificulte el acceso a dicha información podría generar un impacto negativo tanto en la salud individual como en el sistema sanitario en su conjunto”, recoge el documento.
Más demandas
Con este escenario como telón de fondo, el documento urge a adoptar otras medidas además de mantener el prospecto en papel.
Solicita promover medidas inclusivas para evitar que ningún paciente quede excluido por falta de acceso o conocimientos; fomentar estudios de impacto antes de implementar cambios significativos en los prospectos; blindar la protección de los colectivos vulnerables; e impulsar campañas educativas.











