En un contexto clave a nivel regulatorio entre el ejecutivo y parte de los agentes económicos, la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) levanta la voz para advertir de un escenario que, a su juicio, puede afectar directamente la competitividad de autónomos, pymes y grandes compañías. Su presidente, con cuatro décadas de trayectoria al frente de una compañía y una etapa en la alta administración madrileña, reivindica la importancia de comprender ambos lados de la gestión pública y privada para medir el impacto real de las políticas que se aprueban.
Demócrata entrevista a Miguel Garrido, que denuncia “hostilidad” por parte del Ejecutivo central hasta reformas laborales tramitadas sin consenso. En la conversación, el dirigente dibuja un panorama marcado por normativas que —consideran— carecen de diálogo, introducen incertidumbre y dificultan la capacidad de las empresas para planificar, invertir y contratar. A ello se suma la preocupación por un absentismo laboral en máximos, el frenazo en la llegada de capital por los cambios fiscales, los retos de la digitalización acelerada y la presión que ejercen la vivienda y las infraestructuras sobre la capacidad de Madrid para atraer talento.
Es en este escenario en el que el líder de la patronal madrileña reclama una vuelta a los grandes acuerdos, una política laboral más equilibrada, estabilidad regulatoria y una fiscalidad que facilite el crecimiento. También urge a aprovechar los fondos europeos, acelerar las mejoras logísticas y reforzar el mix energético sin comprometer la seguridad del suministro. Un diagnóstico amplio sobre el momento que atraviesa la empresa madrileña —desde la pequeña industria familiar hasta las compañías electrointensivas— y una llamada de atención a las administraciones para que no legislen “de espaldas” a quienes generan empleo y actividad económica.
PREGUNTA – ¿Cuál es la misión de CEIM en el contexto de representación de los intereses de autónomos, Pymes y la gran empresa?
RESPUESTA – CEIM es la Confederación de Empresas de Madrid, de la que forman parte prácticamente todas las empresas de la Comunidad. De ámbito sectorial: de la industria, el comercio, turismo, servicios… pero también algunas territoriales. Aunque somos una comunidad uniprovincial hay también asociaciones del ámbito de Lenares, de Getafe, de Móstoles, de Alcorcón… de las poblaciones que tienen cierta actividad económica importante.
Nosotros nos dedicamos a tratar de que todas las empresas trasladen cuáles son sus preocupaciones, sus necesidades, y nosotros tratemos de influir fundamentalmente en las administraciones públicas para conseguir que la normativa sea lo más adecuada a nuestras necesidades.
P- La presidencia marca impronta, usted es empresario, fundó su empresa en 1985, y ha ocupado cargos en la alta administración, por ejemplo, viceconsejero de Empleo. ¿De qué le ha servido este acervo tanto empresarial como en la administración, en el liderazgo de la patronal empresarial madrileña?
R- Llevo 40 años ejerciendo de empresario con todas las dificultades que ello conlleva, y durante cuatro años de mi vida me dediqué a formar parte de la administración, en este caso la Comunidad de Madrid. Nunca he formado parte de ningún partido político, pero sí en cargos de gestión, estuve de viceconsejero de Economía y Innovación Tecnológica, viceconsejero de Empleo, y de consejero de Medio Ambiente.
Para mí fue una etapa en la que aprendí mucho a cómo se ven las cosas desde el otro lado de la barrera. Muchas veces desde la parte empresarial tendemos a tener determinadas pretensiones de que se hagan las cosas en unos plazos de una manera, y la realidad de la administración en muchos casos es distinta.
Las empresas necesitan más libertad económica y una regulación laboral y fiscal mucho más simple y estable
Fue una magnífica experiencia que me ha dejado un poso de entender cómo se pueden o cómo se deben hacer las cosas desde el otro lado. Estuve poco tiempo, pero sí el suficiente para entender de qué manera orientar nuestras peticiones o colaborar con las administraciones.
Discrepancias con el Gobierno
P- Hemos escuchado a la CEIM hablar de «campaña de hostilidad» del gobierno, ¿A qué se refieren y por qué hablan de cierta hostilidad?
R- Bueno, aquí hay dos facetas. La parte de las declaraciones y las opiniones del gobierno. Se ha empezado a escuchar con demasiada frecuencia que las empresas están llevando a cabo actuaciones contrarias al interés general.
Cuando hace tres años estábamos con una inflación bastante disparada, se echaba la culpa a las empresas y se decía que eran las que subían los precios. O cuando ha habido accidentes laborales, esta misma semana, la propia vicepresidenta del Gobierno, diciendo que las empresas incumplen la normativa.
El problema de la vivienda ya afecta a la contratación: hay talento que no puede venir a Madrid por los precios.
No se puede trasladar la imagen de que los empresarios actúan normalmente en contra de la normativa, porque no es verdad. Los empresarios cumplen la norma y de hecho, cuando alguien lo incumple, el más perjudicado es su competencia, que sí la cumple y no tiene las mismas herramientas.
Ha habido una campaña de mucha agresividad, incluso poniendo nombres de personas por parte del propio presidente de Gobierno, que señaló empresarios con nombres y apellidos, criminalizando la actividad empresarial, los beneficios empresariales…
Y luego hay otra todavía más peligrosa, que es la de los hechos. Se está legislando de una manera muy contraria a los intereses de las empresas.
Nosotros entendemos que defendemos un interés de parte, pero lo que no entendemos es que antes de regular cualquier aspecto que nos afecta, al menos no se nos escuche para ver cómo eso puede afectar a nuestra actividad. Algo que no se está haciendo.
Reducción de jornada
P- Habla de regulaciones dañinas para la empresa ¿A cuáles se refiere en particular?
R- En materia laboral, por ejemplo, la pretensión de reducir la jornada laboral a 37 horas y media, sin que haya un acuerdo con los empresarios, que este es un matiz muy importante.
Cuando los empresarios negociamos con los sindicatos los convenios colectivos, la mayor parte de ellos ya contemplan jornadas inferiores a 40 horas, pero se han hecho a través de una negociación y con cesiones para compensar los efectos negativos que tienen.
Por parte del gobierno se ha pretendido aprobarlo de manera unilateral, afortunadamente el Parlamento lo ha rechazado y ha evitado algo que hubiera sido muy negativo.
El Parlamento está aprobando leyes no por su calidad, sino como moneda de cambio política. Eso es peligrosísimo
Se puede buscar cualquier normativa que beneficie a los trabajadores, yo de hecho creo que eso es bueno: mejorar las condiciones de los trabajadores, mejorar su remuneración es algo que es positivo… Pero se tiene que hacer con compensaciones para que las empresas no pierdan competitividad,
También en materia laboral hace poco conocimos también la pretensión de los permisos por defunción de allegados, familiares… Cada semana nos suele aparecer alguna normativa y ninguna de ellas es favorable a que las empresas sean más competitivas.
P- Por entrar en detalle ¿Les gusta alguna medida intermedia, más allá de la negociación de convenios colectivos, para avanzar a corto y medio plazo en esa reducción de jornada?
Nosotros no nos hemos negado, no hemos cerrado la puerta, a que se pueda buscar una normativa que conduzca a una reducción de jornada, paulativamente en el futuro.
Pero insistimos en que tiene que ser mediante una negociación en la que haya contrapartidas. Hay muchos aspectos que se pueden mejorar: el ordenamiento de las horas extra, de las contrataciones, incrementar la productividad, reducir el absentismo…
Es normal que en cualquier encuesta que preguntes si la gente quiere trabajar menos cobrando lo mismo, pues es que hasta yo diría que estoy a favor. Lo que pasa es que hay que ver las consecuencias que eso tiene en la otra parte.
Los políticos tienen que ser responsables y buscar acuerdos que beneficien a la mayoría, pero que sean sostenibles en el tiempo.
Si una medida es buena para el bienestar de la mayoría, pero acabaría implicando que desaparecieran empresas y por lo tanto se destruyera empleo, pues acabaría siendo negativo.
Lo que nosotros pedimos es que se haga una negociación, pero una negociación de igual igual. Con este gobierno lo que nos encontramos es que permanentemente la negociación lleva implícita una amenaza: si no llegas a un acuerdo, nosotros lo vamos a imponer por otras vías o vamos a tomar determinadas medidas que te van a causar un mayor prejuicio.
Ampliación de permisos
P- Respecto a los permisos de cuidados o los permisos por defunción ¿En qué punto están?
R- Es un tema curioso porque realmente no había en la opinión pública una demanda de este tema. No es un asunto que habitualmente nos surge en las empresas donde casi siempre hay flexibilidad. No digo que no los haya, pero yo no conozco una persona que se le ha fallecido un allegado y que se ha tenido que ir tres días de viaje y que le digan, no puede ir.
Pero se pone sobre la mesa y nosotros lo que decimos es una cosa acordada y prudente. Porque la propuesta es pasar de dos días cuando es en tu ciudad o cuatro días cuando es fuera, a diez días y además ampliar el rango de familiares. Incluso la ministra (Yolanda Díaz) llegó a hablar del círculo de amigos y yo creo que eso es un poco disparatado.
La falta de presupuestos envía una imagen de poca seriedad; el Gobierno está incumpliendo una obligación legal
Hay convenios colectivos que ya tienen ese tema entre sus acuerdos de compensación y tenemos que ser capaces de conciliar los intereses de los trabajadores y de las empresas.
Ecuador de la Legislatura
P- ¿Cómo ha evolucionado su relación fundamentalmente con la vicepresidenta y ministra de trabajo, como mediadora de los agentes sociales? ¿Cómo lo ven en el corto plazo para el resto de la legislatura?
R- Es una persona muy agradable en la distancia corta, en el trato personal, pero lo que nos encontramos luego es que sus acciones son enormemente radicales.
También hemos visto muchas veces que tras alcanzar acuerdos, unilateralmente se modifican normas por otras vías. Entonces, tenemos una relación completa.
Por ejemplo, la reforma laboral, fue enormemente compleja. En esa negociación se acordó que había una serie de temas que no se iban a meter porque era imposible llegar a un acuerdo. Fue el caso de la prioridad del convenio provincial respecto a los convenios nacionales, a los convenios sectoriales.
Sin embargo, una vez alcanzado el acuerdo con enorme sacrificio por nuestra parte, unilateralmente se modificó por un acuerdo con el PNV la prioridad de los convenios territoriales.
Hay más casos, pero creo que significativo, de cómo ha actuado el gobierno rompiendo la confianza. Y hay que acordarse, que durante los primeros tres años de gobierno se alcanzaron muchísimos acuerdos.
PGE 2026
P- La ausencia de presupuestos, ¿Cómo afecta a la empresa madrileña? ¿Tiene algún impacto la tramitación presupuestaria?
R- Es algo que en realidad desconocemos. Hemos visto que sin unos presupuestos aprobados se han llevado a cabo todo tipo de actuaciones. Por ejemplo, la inversión de 10.000 millones de euros en Telefónica se hizo sin haber una partida presupuestaria que lo contemplara. Se ve que los gobiernos tienen instrumentos que no están tan limitados por los presupuestos.
Pero a mí lo que más me preocupa de la falta de aprobación o de presentación de los presupuestos durante estos años es el incumplimiento por parte del gobierno de una obligación legal.
No entiendo cómo puede pasar como si no ocurriera nada. Si yo en mi empresa dejo de cumplimentar algunas de las obligaciones legales que tengo se nos señala y se nos persigue. No entendemos cómo el Gobierno puede año a año seguir incumpliendo una obligación que tienen por ley. Da una imagen de poca seriedad y envía un mensaje enormemente negativo al conjunto de la sociedad.
P- Hay otra realidad, que es la fragmentación parlamentaria ¿Tiene algún mensaje de la empresa madrileña?
Sí, nosotros que trabajamos con los distintos grupos parlamentarios nos ha sorprendido que en esta legislatura las cuestiones o las mayorías se sustentaban no por estar de acuerdo o porque fueran buenas las cuestiones que se iban a aprobar, sino por otros asuntos que no tenían nada que ver con la realidad que se estaba negociando.
Eso nos preocupa, porque yo creo que debemos volver a una situación en la que el Parlamento, cuando se debate sobre cualquier aspecto, lo que estén analizando los distintos grupos políticos sea el efecto que esa normativa va a tener en el conjunto de la sociedad, y no que sea una contrapartida por otro acuerdo, por una investidura, por un presupuesto, por lo que sea.
Hay que volver a que cada uno cumpla su función y los grupos parlamentarios deberían estar más centrados de verdad en los intereses que defienden y representar a la propia sociedad, que en el cálculo político para seguir gobernando.
Absentismo laboral
P- Volviendo al mercado laboral de la empresa madrileña, uno de sus caballos de batalla es el absentismo laboral. ¿Realmente hay tanto? ¿Está afectando a la empresa?
R- Es realmente preocupante. Ha aumentado en los últimos cuatro años un 25%, una cifra elevadísima, que además no se corresponde con que haya un problema de salud laboral en España o de salud en general.
Durante la pandemia había un problema de salud que justificaba que la gente faltara más a su trabajo. Pero ahora no, y sin embargo, estamos en cifras similares.
Esto es algo enormemente preocupante, porque afecta directamente, no solo económicamente a las empresas, sino a la organización de la misma. Especialmente cuando estamos hablando de pequeñas y medias empresas, que es de lo que está compuesto fundamentalmente el tejido en España.
El problema, demás de no hacer nada por solucionarlo, es que incluso se han hecho algunas en sentido contrario. Por ejemplo, las autobajas, cuando hay epidemias o cuando hay una afección enorme de gripe, bajo el pretexto de no colapsar la asistencia sanitaria.
Esto, primero, no soluciona el problema de salud que pueda tener la persona, porque cuando no está en condiciones de trabajar lo que tiene que hacer es ir a un especialista que le diga qué es lo que tiene y qué tratamiento tiene que tener. Y, en segundo lugar, lo que hace es que haya una cultura de que no pasa nada por no ir a trabajar un día, dos días, tres días.
Hay una solución para nosotros que es utilizar las mutuas de trabajo, de esa manera, descongestionaríamos el problema de salud y resolveríamos el problema del absentismo vinculado o motivado porque la asistencia sanitaria está colapsada.
Temporalidad y demandas sindicales
P- ¿Qué propuestas tiene la CEIM más allá de flexibilizar el mercado laboral para mejorar la conciliación, la protección laboral, esa temporalidad excesiva que señalan los sindicatos?
La reforma laboral, fundamentalmente, se basó en tomar medidas para reducir la temporalidad. Y, de hecho, se eliminaron prácticamente, se dejaron de manera residual la utilización del contrato temporal.
¿Qué ha ocurrido? Que la gente, evidentemente, al no poder utilizar un contrato temporal, pues está utilizando otro tipo de contratos. En este caso el de fijos discontinuos y así suplir esa necesidad que tiene la empresa de adaptar su plantilla a los momentos que tiene más pico o menos de actividad.
La empresa no tiene la actividad plana a lo largo del año. Ahora, por ejemplo, viene una campaña de Navidad y las empresas de comercio, de transporte, de hostelería, van a tener que contratar gente.
Para mejorar la calidad del empleo, hay que conseguir que las empresas tengan más estabilidad en su actividad. Pero la flexibilidad es consustancial. No podemos tener un sistema rígido porque cuando pones demasiada rigidez en el mercado la gente no contrata.
Tenemos que buscar un sistema mixto, que le dé cierta seguridad al trabajador. La gente tiene que tener perspectiva de ganarse la vida, de poder aspirar a formar una familia, comprarse una casa.
Pero eso no lo vamos a conseguir endureciendo las condiciones de contrato, a mi juicio, sino dotando a las empresas de más herramientas para ser más competitivas.
Creo que tendría que haber un gran pacto donde estuvieran la gente del mundo de la educación, de la formación, de la administración, de los trabajadores, de las empresas, del mundo académico… y pensar a largo plazo en cómo establecemos un modelo laboral que permita conjugar esa flexibilidad que necesitan las empresas con esa seguridad que necesitan los trabajadores, porque desde luego el modelo es fallido.
Sectores claves y digitalización
P- ¿Cuál es la foto fija actual de esta digitalización y de la necesidad de innovación de la empresa madrileña?
R- Es un asunto nos lleva muchísima atención porque al final el mercado es el que te obliga a cambiar. Por mucho que nos digan desde estancias oficiales o las propias asociaciones, tenéis que transformaros, la gente se transforma porque el mercado le obliga a ello.
El problema que tenemos en muchos casos las empresas es que no te anticipan los cambios. Antes hablabas de que los ciclos eran de 20, 25 años, ahora es que al año ha cambiado completamente cómo debe ser tu relación con los clientes o tus procesos.
Podemos presumir de que en Madrid y en España, tenemos empresas que han sido siempre muy pioneras, muy avanzadas, en ir adaptándose a los tiempos. Tenemos un reto por delante que es, sobre todo, la IA, pero en general la digitalización, que te obliga a replantearte cada cosa que haces.
Es verdad que muchas empresas van a quedarse en el camino. Desgraciadamente, siempre ha sido así, porque el mundo de la empresa es un mundo vivo. Pero en España tenemos un problema: el tamaño de las empresas que dificulta mucho el tener herramientas y medios para adaptarte al futuro. Tenemos que apostar por el crecimiento.
Energía y sostenibilidad
P-¿Cuál es la posición de CEIM respecto al despliegue de energías renovables, del autoconsumo industrial, del equilibrio de la transición energética verde?
España cuenta con una posición absolutamente privilegiada por el despliegue que hemos tenido de energía renovable. El problema es que tenemos que hacer eso compatible con la necesidad de tener una seguridad en el suministro energético.
Es decir, por muy barata que tenga la energía, incluso aunque fuera coste cero, si no tienes garantía del suministro, no es suficiente.
No nos negamos a una reducción de jornada en el futuro, pero tiene que hacerse con negociación y contrapartidas
Todas las empresas, y desde luego aquellas empresas electrointensivas, necesitan tener seguridad y estabilidad en el suministro de energía. Y eso es lo que nosotros ahora nos preocupa, que se puedan tomar decisiones que puedan comprometer la seguridad en el suministro futuro.
Yo creo que la combinación entre fuentes estables de energía, a través de la energía nuclear, el gas, las hidroléctricas… con las renovables, da lugar a un mix que es absolutamente imbatible: es la energía más barata que puede haber en Europa, si tenemos a la vez la seguridad en el suministro.
CEIM y Foment
P-¿Cómo es esa relación con Foment? ¿Hay competitividad?
R- La relación es excelente, especialmente buena, porque somos las dos organizaciones más parecidas de España. CEIM y Foment representamos entre ambos prácticamente el 40% del PIB y por lo tanto nos entendemos perfectamente.
Las empresas compiten entre sí, las organizaciones empresariales no. Ellos tienen su ámbito territorial, que es distinto al nuestro.
Para mí, Foment es un ejemplo de bien hacer. Es una organización que tiene una enorme tradición y a la que nosotros miramos para hacer buenas prácticas. Lo que ellos hacen, pues normalmente acabamos copiándolo de buen rollo con ellos.
Demandas en infraestructuras
P- ¿Cuáles son las principales demandas para el empresariado madrileño en términos de infraestructura y logística para que Madrid pueda competir mejor todavía?
Madrid tiene una característica que es la enorme concentración, tanto de personas como de actividad empresarial, en un espacio muy reducido de territorio y tiene retos importantes en infraestructuras.
Toda la red de cercanías de Madrid tiene que mejorar y ampliarse, en eso nos da envidia el modelo de Rodalíes que tienen en Cataluña, que están unidas radialmente todas las poblaciones importantes. Aquí nos falta una malla ferroviaria sólida.
Y luego tenemos dos infraestructuras críticas ferroviarias. Por un lado, la alta velocidad y en general la red ferroviaria con Extremadura y Lisboa. Dos ciudades europeas, dos capitales europeas, que todavía no están unidas.
No se puede trasladar la imagen de que los empresarios actúan normalmente en contra de la normativa, porque no es verdad.
Por otro lado, también nos falta la conexión ferroviaria con el norte. Hace ya dos décadas que se quedó una máquina dentro del túnel de Guadarrama. No hay vía de tren entre Madrid y Bilbao, entre Madrid y Burgos y es algo que nosotros creemos que es absolutamente necesario,
Tenemos que seguir invirtiendo en las distintas terminales del aeropuerto y quizás ir planteándose un segundo aeropuerto en Madrid.
Fiscalidad
P- ¿Qué tipo de incentivos fiscales considera más eficaces para atraer inversión extranjera? ¿Cuáles son sus principales demandas?
R- Es un factor absolutamente determinante para la competitividad. Madrid durante las últimas décadas ha tenido una apuesta muy importante por la reducción de los impuestos y ha sido una apuesta que ha tenido como consecuencia un enorme crecimiento en Madrid.
Madrid ha crecido muchísimo en los últimos años por políticas liberalizadoras de la economía y por políticas de una fiscalidad amable. Pero, por ejemplo, que se haya eliminado la reducción que había del impuesto de patrimonio en Madrid, obligando a sustituirlo por un impuesto de las grandes fortunas, por una imposición política de otras comunidades autónomas, pues ha supuesto una merma en nuestra competitividad. Si además se nos va a ir obligando en los próximos tiempos a armonizaciones fiscales al alza, van a significar un paso atrás en el crecimiento, no solo de Madrid, sino de España,
Cuando Madrid ha demostrado que esas políticas son beneficiosas para el conjunto de la sociedad, yo creo que el resto de los territorios lo que tienen que hacer es copiarlas. No impedir que la hagan en Madrid para estar todos iguales porque todas han tenido las mismas herramientas y han podido utilizar las mismas políticas fiscales.
El resultado ha sido que aquellas que han aplicado reducción de impuestos han tenido un mayor crecimiento, no solo Madrid, también Andalucía o Valencia cuando lo ha hecho.
P- Las críticas en este sentido vienen cuando esa carrera a la baja perjudica la financiación autonómica en su conjunto, ¿Usted las comparte?
R- En absoluto, es que no es así. Tú tienes dos maneras de conseguir una mayor recaudación fiscal: aumentando la presión fiscal, manteniendo la actividad, o reducir la presión fiscal y aumentar las bases imponibles.
Entonces, ¿qué ha demostrado Madrid? Que con una política fiscal incentivadora, hay más actividad, hay más dinero en circulación, hay más operaciones comerciales, más operaciones inmobiliarias, más inversión y por lo tanto, como hay más actividad, recaudas más, sin subir la presión fiscal.
Yo creo que en absoluto afecta a la financiación del conjunto de España que se tomen medidas de reducción de impuestos, pero los impuestos tienen consecuencias.
P-¿Ha notado usted esa fuga que a veces se critica a las empresas?
R- Al final las estadísticas son las que te van mostrando la evolución de la actividad. Desde que en Madrid se ha impuesto el impuesto de patrimonio, pues evidentemente hay menos desplazamiento de capital a Madrid del que había antes. Pero ese dinero no se va a otras comunidades autónomas, se va a otros países.
I+D
P-¿Debe la CEIM incentivar más la inversión en I+D?
R- Gran parte de la investigación que se lleva a cabo con organismos estatales se hace en Madrid y es verdad que el tejido empresarial madrileño a nivel comparativo con España es quizás más inversor en I+D y en tecnología. Pero desde luego tenemos que hacer un esfuerzo y tendría que haber un mayor ajuste fiscal para aquellas declaraciones en I+D. para que fueran más efectivas.
Por parte de la administración se deberían de revisar muchas de las políticas que te obligan a realizar determinadas actuaciones para poderte acoger a beneficios fiscales de la I+D+i.
Lo que tiene que primar es el mercado. Las empresas a la hora de decidir sus políticas inversoras tienen que mirar a su mercado: qué es lo que necesitan para ser competitivas en él.
Cuando las empresas en vez de tomar las decisiones. porque es lo que le interesa al mercado, lo hacen para adaptarse a una normativa, para poder ser beneficiarias de incentivos fiscales, yo creo que nos estamos equivocando. Y eso pasa mucho.
La regulación tiene que adaptarse al mercado, no tiene que ir al margen, porque la realidad es la que impera. Tratar de forzar a las empresas es negativo y lo que tiene que hacer la administración es acompañarlas, no dirigirlas.
Política comercial
P- ¿ Les está afectando la política de aranceles de Estados Unidos? ¿Las negociaciones de las instituciones europeas?
R- Generalizar es siempre muy complicado, porque si yo digo que no afectan, habrá empresarios de nuestra sociedad que digan, ‘¿Cómo has dicho eso?’ y al revés. Pero evidentemente está afectando a las exportaciones de las empresas madrileñas.
Responder a ellos, también poniendo aranceles a los productos que llegan a España desde otros mercados, yo creo que es entrar en una espiral negativa. A la larga todo lo que sea alterar artificialmente el mercado va a suponer que nos vamos a empobrecer.
Asignaturas pendientes
P- ¿Qué leyes de las que se están tramitando tienen más interés en que avancen? ¿Cuáles necesitan?
R- La Ley de Economía Circular es importante porque puede aclarar y mejorar ciertos aspectos de un tipo de actividad que desde luego tiene mucha importancia. Se ha creado una gran economía alrededor de la reutilización y de los residuos, que es enormemente interesante por el componente económica, de sostenibilidad y social.
Y luego nos preocupa todas las que tienen que ver con las relaciones laborales. Se está hablando de una posible modificación de la normativa referida al despido. Si se plantea hacerla sin consenso, sería enormemente preocupante porque es un factor absolutamente crítico de la actividad.
Se habló también en su momento de la mochila austríaca y yo creo que merecería la pena que lo repensáramos.
Demandas al Gobierno
P- ¿Qué le pide CEIM al gobierno autonómico de Madrid? ¿Cuáles son sus principales negociaciones o demandas? ¿Y al gobierno central?
R- Con el Gobierno de la comunidad de Madrid la verdad es que tenemos una relación bastante satisfactoria y fructífera. Hay retos importantes por delante, en materia energética, sin ninguna duda. Madrid necesita mucho más acceso a redes eléctricas que den satisfacción a las necesidades que tenemos.
También hay que seguir avanzando en solucionar el problema de la vivienda, que no es solo un problema de la sociedad, ya que nos está suponiendo también un problema para acceder al talento.
Hay que modernizar las enseñanzas universitarias y de formación profesional, para que se adecúen más a las necesidades reales de las empresas. Se tarda mucho tiempo desde que por parte del sector empresarial detecta una necesidad de cierta cualificación, hasta que la complejidad burocrática de las universidades o de la formación profesional puedan habilitar un conocimiento en esa materia.
Y a nivel nacional, queremos que haya más libertad económica. Que se simplifique la regulación en materia laboral y en materia fiscal.
Vivienda
P- Ha mencionado el tema de la vivienda como problema también de la patronal…
R- Sí, es una tensión importante que en muchos casos dificulta el contratar personas porque no pueden venir a Madrid, porque no pueden pagar el costo de la vivienda. Y es una responsabilidad de las tres administraciones (local, autonómica y estatal).
La solución, en contra de lo que estamos oyendo en muchos casos, no es poner más regulación o limitar más la normativa de vivienda… Yo creo que al contrario, hay que eliminar trabas administrativas, simplificar y recortar plazos, liberalizar suelo y reducir la fiscalidad de todo el proceso.
Somos conscientes de que hay que construir muchísima vivienda en España y para eso hay que cambiar radicalmente un modelo que lo que consigue es obstruir la construcción de viviendas, no promoverla.
Fondos Next Generation
P- ¿Cómo se puede beneficiar de los fondos Next Generation y las iniciativas comunitarias que están ahora activas?
Nosotros, desde luego, animamos a las empresas a que conozcan y vean las posibilidades que tienen de acogerse a los fondos. Pero estamos preocupados porque llevamos ya unos cuantos años de fondos Next Generation y la verdad es que no ha calado demasiado en el tejido empresarial.
Cuando uno ve que se hace público cada cierto tiempo el listado de los benefactores de los fondos, lo que nos encontramos es que están los veinte primeros puestos copados por las propias administraciones o empresas públicas o alguna empresa enorme. Pero en realidad en el tejido empresarial no ha calado algo que en su momento lo percibimos como que debía servir para adecuar a las empresas a los nuevos tiempos y, por lo tanto, conseguir la transformación de las empresas.
Nos preocupa porque no va a haber una como esta, tal cantidad ingente de fondos a disposición de un país como España, y no se está haciendo el uso por parte de las empresas que debería.
Como todavía queda tiempo, tenemos que animar a las empresas a que conozcan, exploren y en la medida de lo posible apliquen para ser beneficiarias de esas ayudas.











