España afronta un desafío sin precedentes en el mercado inmobiliario: será necesario incorporar entre 1,6 y 2,3 millones de nuevas viviendas en los próximos cinco años para responder a la demanda habitacional, según un informe de OBS Business School, perteneciente a Planeta Formación y Universidades.
El estudio, titulado Mercado inmobiliario en España 2025, alerta de que la combinación de déficit de suelo urbanizable, alta fiscalidad, precios en alza y trámites burocráticos que ralentizan el sector están tensionando al máximo la oferta de vivienda.
LA BUROCRACIA, UN FRENO DE HASTA 20 AÑOS
Carlos Balado, director de Eurocofín y responsable del análisis, advierte de que los procedimientos urbanísticos actuales pueden alargar el desarrollo de nuevos proyectos hasta 20 años. Además, la concesión de licencias puede demorarse hasta dos años, con el añadido de tener que superar trámites en tres niveles administrativos: municipal, autonómico y estatal.
El informe propone modificar la Ley del Suelo para reducir plazos y restablecer acuerdos con la banca que permitan ampliar el acceso a hipotecas, especialmente a jóvenes y familias con menos ahorros.
RIESGO DE CRISIS HABITACIONAL
De cara a 2030, la población española podría alcanzar los 52 millones de habitantes, lo que supondría una presión aún mayor sobre el mercado. En este contexto, el documento acusa a la Administración de haberse convertido en “un generador de riesgos más que en un regulador eficiente”.
El estudio identifica hasta 255 millones de metros cuadrados de suelo edificable, que permitirían construir 1,8 millones de viviendas en tres décadas. Sin embargo, advierte de que factores como el incremento del 7,9% en el precio del suelo en el segundo trimestre del año están complicando la viabilidad de los proyectos.
FISCALIDAD Y COSTES DISPARADOS
Según el informe, la carga impositiva puede elevar hasta en un 45% el precio final de una vivienda. Esta fiscalidad, unida a la falta de recursos públicos, incrementa las dificultades para los promotores y compradores. Los expertos recomiendan ajustar por inflación la tributación de las plusvalías, de forma que solo se graven las ganancias reales.
Por último, OBS estima que España necesitará una inversión anual de 25.000 millones de euros durante la próxima década para duplicar la producción de viviendas y garantizar que la oferta pueda responder a la creciente demanda.