El Seabin Pasaia, conocido como la ‘papelera marina’ y desarrollado por el equipo del Barco Museo Ecoactivo Mater con el soporte del Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa, celebra su quinto aniversario de operaciones continuas. Desde su puesta en marcha en septiembre de 2020, este innovador dispositivo ha procesado 7,142 millones de litros de agua y ha extraído 466,5 kilogramos de residuos marinos flotantes, lo que equivale a un promedio de un kilo diario.
El colectivo de Mater ha llevado a cabo estudios detallados para evaluar cada elemento recogido por el Seabin, permitiendo que estos datos ‘puedan ser datos significativos para la ciencia y la administración, no solo en la definición del problema sino, sobre todo, para su solución’. En total, se han examinado más de 280.000 piezas de basura marina.
Este sistema no solo captura desechos, sino que también ayuda a identificar problemáticas específicas como los microplásticos, ‘encabezan la lista de los Top 15 de residuos capturados’. Además, ha puesto en evidencia la presencia de otros materiales menos visibles, como envoltorios de tabaco, fibras de césped artificial y microfibras de construcción, que han sido ‘identificados, analizados y puestos al conocimiento de la ciencia y la administración para trabajar conjuntamente en la solución de estos problemas identificados’, ya que ‘sin un diagnóstico claro de la situación, difícilmente se pueden poner soluciones concretas’.
Los residuos recolectados por Seabin Pasaia se han integrado continuamente en plataformas de seguimiento nacionales e internacionales de basuras marinas y microplásticos, como Marnoba, Micro y Seabin Project. Los plásticos y microplásticos recogidos también se han proporcionado a instituciones de investigación líderes para fomentar estudios sobre ecotoxicología y economía circular.
Además, el enfoque en ciencia ciudadana promueve la participación comunitaria en la observación y análisis de los resultados, acercando la problemática de las basuras marinas a la sociedad y fomentando un compromiso más crítico con la conservación de los océanos. ‘Cada fragmento de plástico que encontramos es una historia de consumo y de oportunidad para cambiar nuestros hábitos. Seabin Pasaia nos recuerda que lo que ocurre en tierra acaba en el mar, y que solo con conocimiento y colaboración podremos revertirlo’, explica Sara Lizarza, líder del proyecto.
Con el apoyo continuo del Departamento de Sostenibilidad, que ha invertido más de 50.000 euros, y la colaboración de varias entidades, Seabin Pasaia se mantiene como un pionero en el Golfo de Bizkaia, y busca expandir su red para reforzar este innovador laboratorio de ciencia ciudadana.















