El sector hortofrutícola europeo pide al Parlamento Europeo que rechace la propuesta de la Comisión Europea para que los productos procedentes del Sahara Occidental etiqueten su origen según las regiones de procedencia en lugar del país.
Esta es la triquiñuela con la que el Ejecutivo comunitario pretende conseguir la cuadratura del círculo: cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que prohíbe a Marruecos comercializar productos saharauis en Europa y, al mismo tiempo, mantener el acuerdo comercial con el país norteafricano.
La votación del Parlamento Europeo tendrá lugar el 26 de noviembre en el pleno de Estrasburgo.
En octubre de 2024 el TJUE dictaminó que dicho acuerdo comercial de la Unión Europea con Marruecos violaba el principio de autodeterminación del Sahara Occidental porque el pueblo saharaui no daba su consentimiento a la comercialización de sus productos, (principalmente hortofrutícolas).
El Tribunal le dio a la Comisión Europea un año para cumplir sentencia y en octubre de 2025 la Unión Europea y Marruecos acordaron extender el trato arancelario preferencial que tiene el estado marroquí a los productos procedentes del Sáhara Occidental, pero en lugar de estar etiquetados por el país, se etiquetarán por el origen de las regiones: El Aaiún-Sakia El Hamra y Dajla-Ued Eddahab.
Ahora, la Eurocámara debe decidir si aprueba o no la propuesta de la Comisión, contradiciendo la norma habitual de la propia Unión Europea, donde el origen de los productos los determina el país.
Rechazo de productores hortofrutícolas
El conjunto del sector hortofrutícola europeo, representado por el COPA-Cogeca (entidad que agrupa a las organizaciones profesionales agrarias y a las cooperativas agroalimentarias); la Asamblea de las Regiones Europea y Hortofrutícolas (AREFLH) y la Asociación Europea del Comercio de Frutas y Hortalizas, Eucofel, han alertado que si se aprueba este Reglamento Delegado se perjudicará a los agricultores europeos, se vulnerará los principios jurídicos fundamentales de la Unión Europea y se confundirá a los consumidores.
«Los productores europeos no pueden verse obligados a competir en un sistema que oculta los orígenes, debilita los estándares e ignora las sentencias del TJUE», concluyen las tres entidades en un comunicado común, quienes piden la renegociación completa y equilibrada del acuerdo UE-Marruecos.
Por su parte, la organización agraria española COAG, argumenta que si se aprueba este Reglamento Delegado, se genera un precedente peligroso ya que mientras los productos europeos deben etiquetarse bajo el nombre del país, los productos importados podrían señalar regiones o localidades, generando otro factor de competencia desleal para la producción de los 27. Asimismo, este etiquetado regional confundiría a los consumidores (los nombres de las regiones son más desconocidos que los de los países) cuando el objetivo de una etiqueta es proporcionar información clara y veraz.
“La posición de los europarlamentarios puede resultar un punto de inflexión en este asunto. La defensa de los intereses de la agricultura y el consumo europeos pasa por un rechazo contundente a las pretensiones de la Comisión y el Consejo”, afirma el responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, Andrés Góngora.
Marruecos realizará los controles
Estas reivindicaciones se suman a las que el sector hortofrutícola europeo y español manifestó a principios del pasado mes de octubre, cuando la Comisión Europea decidió sortear la decisión del Tribunal de Justicia y resolver el problema sobre los productos procedentes del Sáhara mediante un ajuste legal. Entonces, se aprobó que las mercancías originarias de esta zona recibirán el mismo trato preferencial que la de Marruecos, y que será este país el que las controlen en las aduanas e identifiquen su lugar de procedencia.
El miércoles 26 de noviembre el Parlamento Europeo deberá decidir si dicho lugar de referencia hará alusión a las regiones saharauis o no, lo que podría condicionar las negociaciones comerciales con Marruecos.












