Apag Extremadura Asaja ha solicitado con carácter urgente la implementación de «ayudas inmediatas» para contrarrestar los «graves daños» ocasionados por la enfermedad de la Lengua Azul en el sector ganadero de la región. Desde el resurgimiento del virus en agosto, han transcurrido más de dos meses y medio, periodo en el cual la ganadería extremeña ha padecido una «segunda ola de gran impacto», resultando en una alta mortalidad y severas afectaciones en numerosas granjas, según reporta la organización en un comunicado.
Actualmente, no se ha logrado precisar la cantidad total de animales fallecidos, pero se reportan «pérdidas considerables» debido a la muerte de ganado y abortos frecuentes en ovejas embarazadas, además del deterioro significativo de varios animales adultos que posiblemente no se recuperarán.
Ante esta crítica situación, la asociación agraria critica la «falta de respuesta y compromiso» de las autoridades públicas. Por ello, insta al Ministerio de Agricultura a involucrarse efectivamente, más allá de las «migajas» destinadas previamente a la vacunación, y a establecer un programa de compensaciones justas para el sector.
Asimismo, exige a la Junta de Extremadura un «compromiso claro y decidido» con los ganaderos afectados por la lengua azul. La organización subraya la importancia de que estas compensaciones cubran el coste por cada animal muerto, los gastos ocasionados por la enfermedad y la «compensación por el lucro cesante derivado de las pérdidas», incluyendo los abortos y la pérdida de capacidad productiva de los rebaños.
Para concluir, Apag Extremadura Asaja reafirma la urgencia de actuar para sostener al sector ganadero, advirtiendo que, de no hacerlo, la población ganadera «continuará disminuyendo año tras año, con efectos devastadores para la economía y el entorno rural de Extremadura».