“La Indicación Geográfica Protegida para la trufa negra de Teruel está a punto de ser una realidad”. Con esta afirmación ha dado por inaugurada este sábado la Feria de la Trufa de Sarrión el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, un encuentro de referencia para el sector en el que ha remarcado que este reconocimiento europeo “es un motivo de orgullo para Aragón y para todo el sector trufero”.
El responsable autonómico ha detallado que la IGP recibirá el visto bueno definitivo de la Comisión Europea en las próximas semanas y marcará un antes y un después para uno de los productos más representativos de la provincia.
En su intervención, Blasco ha puesto en valor que este avance es resultado del trabajo continuado del Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, en estrecha colaboración con productores y organizaciones del sector, con la meta de afianzar la calidad y reforzar la presencia internacional de la trufa negra de Teruel.
Así, la futura IGP permitirá reconocer de forma oficial un producto singular y el esfuerzo de quienes lo producen, recolectan y ponen en el mercado, aportando un plus de garantía sobre su autenticidad y procedencia. Blasco ha incidido en que la trufa negra es “un recurso estratégico para Aragón”, que se ha consolidado como el principal productor mundial de “Tuber melanosporum”.
El consejero ha recordado que la provincia de Teruel encabeza con claridad tanto la superficie trufera como el volumen de producción, con más de 10.000 hectáreas cultivadas y en torno al 70% del total autonómico. A su juicio, esta posición de liderazgo se verá reforzada con la entrada en vigor de la IGP, que permitirá abrir nuevos nichos de mercado, impulsar la competitividad y ofrecer herramientas adicionales frente al fraude.
Aragón se mantiene como referencia nacional y mundial en trufa negra, con un sector diversificado y una fuerte especialización por territorios. En 2023, la comunidad exportó trufa negra por un valor de 34,6 millones de euros, con Francia como principal destino (28%), seguida de Italia, Alemania y Reino Unido.
La celebración de la feria sirve también para visibilizar la relevancia económica y social de la truficultura, convertida en un motor clave de empleo y desarrollo rural en comarcas como Gúdar-Javalambre, Maestrazgo o Jiloca. Esta actividad impulsa negocios de viveros, servicios auxiliares, adiestramiento de perros truferos, turismo gastronómico y transformación agroalimentaria, contribuyendo a fijar población en el medio rural y a consolidar modelos sostenibles de gestión del territorio.











