La compañía agroalimentaria Elian, perteneciente al conglomerado estadounidense Viserion, ha revelado planes para destinar más de 200 millones de euros a la edificación de una segunda instalación en el Puerto de Barcelona. Esta nueva planta se sumará a su actual fábrica de proteína vegetal situada en el Moll Álvarez de la Campa, inaugurada en mayo de 2024.
Andreu Martín, CEO de Elian, comunicó los detalles del proyecto durante un evento en Barcelona, contando con la presencia de importantes figuras como el presidente del Puerto de Barcelona, José Alberto Carbonell, y el secretario de Empresa y Competitividad y CEO de Acció, Jaume Baró.
Esta nueva planta, adyacente a la ya existente, duplicará la superficie ocupada por Elian en las instalaciones portuarias, alcanzando los 90.000 m2. Se espera que las obras comiencen en noviembre y finalicen a finales de 2027. Aunque aún no se han especificado los puestos de trabajo que se crearán, se anticipa un impulso significativo al empleo local.
Con la operación, Elian proyecta aumentar su facturación anual de 400 millones de euros a 500 millones, además de expandir sus exportaciones a países europeos como Francia, Italia y el Reino Unido. Actualmente, la empresa, fundada en 2021, emplea a 90 personas y maneja más de 730.000 toneladas de soja al año.
UNA PLANTA PIONERA
Durante el acto, Martín resaltó que la nueva planta será la primera en el mundo en ofrecer un proceso completamente libre de hidrocarburos, desde la soja hasta el producto final destinado al consumo humano. La planta también se centrará en la producción de concentrados de proteína, texturizados, lecitina y melaza.
«Barcelona es nuestro centro de crecimiento en Europa. Si actualmente suministramos sobre todo a Cataluña y Aragón, ahora queremos hacerlo también en Europa», enfatizó Martín, quien además instó a mejorar la conexión ferroviaria con el puerto para minimizar el impacto ambiental.
APUESTA POR EL PUERTO
Carbonell celebró la confianza de Elian en el Puerto de Barcelona y en el país, destacando la reordenación necesaria dentro del puerto para acomodar la nueva planta. Esto incluyó una nueva concesión al CZFB y planes para una futura terminal de café.
INVERSIÓN EXTRANJERA
Por su parte, Baró destacó el proyecto como un ejemplo de mantenimiento y expansión de la inversión extranjera, así como de la reindustrialización del sector agroalimentario, ya líder en el sur de Europa.














