Una colaboración internacional con participación de la Universidad de Córdoba (UCO) ha descubierto que los extractos de hoja de algarrobo y cáscara de granada, considerados hasta ahora residuos, pueden ayudar a reducir la incidencia de la antracnosis o ‘aceituna jabonosa’. Esta enfermedad, que afecta significativamente al olivar, es provocada por hongos del género ‘Colletotrichum’, reduciendo tanto la cantidad como la calidad del aceite de oliva en temporadas de alta incidencia.
El estudio, realizado por el Departamento de Agronomía de la UCO y el Instituto Politécnico de Bragança en Portugal, ha evidenciado que estos extractos naturales inhiben eficazmente la producción y germinación de conidios del hongo, además de bloquear la formación de apresorios, estructuras esenciales para la dispersión del hongo y el inicio de la infección en las plantas. Begoña Antón, autora principal del estudio, destacó la importancia de estos hallazgos.
Adicionalmente, los resultados indican que el tratamiento foliar preventivo con estos extractos activa las defensas naturales de las plantas, aumentando la producción de antioxidantes y compuestos fenólicos, lo cual fortalece su resistencia contra el patógeno. Aunque los ensayos ‘in vitro’ y en plantones de olivo mostraron que el extracto de algarrobo reduce la progresión de la enfermedad en un 35%, un resultado inferior al de fungicidas tradicionales, Carlos Agustí, investigador principal, señaló que esto representa un avance significativo hacia alternativas más sostenibles en el control de enfermedades del olivar.
El estudio sugiere un futuro prometedor para el desarrollo de métodos de control ambientalmente sostenibles que minimicen el uso de fungicidas, actualmente en proceso de restricción por la Unión Europea. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para evaluar la efectividad de estos bioprotectores bajo condiciones de campo y su posible aplicación a gran escala.















