La Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo ha dado luz verde a una nueva serie de modificaciones propuestas por la Presidencia danesa en la Política Agraria Común 2023-2027 con las que se pretende:
–flexibilizar los requisitos ambientales;
-facilitar los pagos simplificados a las pequeñas y medianas explotaciones;
–reducir la burocracia para la agricultura ecológica;
-simplificar los procedimientos para las explotaciones afectadas por los fenómenos extremos y
-disminuir los trámites para las administraciones nacionales de Agricultura.
Estos son algunos de los puntos incluidos en el paquete de simplificación de Ómnibus de Agricultura aprobados el 20 de noviembre y que deberán refrendarse en el pleno de la Eurocámara el próximo 15 de diciembre con el objetivo de aplicarse a partir de 2026.
La producción ecológica será verde per sé
Quizás uno de los asuntos más llamativos es la simplificación burocrática para las explotaciones que estén certificadas como ecológicas u orgánicas, ya que, si se aprueba la propuesta, cumplirán directamente varias medidas de las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM) y simplificarán las solicitudes de las ayudas.
Otras medidas previstas es que los estados miembro puedan incluir en sus Plan Estratégico de la Política Agraria Común, PEPAC, un nuevo tipo de pago directo para productores afectados por desastres naturales o poder establecer una nueva ayuda de hasta 50.000 euros para la instalación de explotaciones pequeñas.
Modificaciones del PEPAC
La principal novedad de la PAC 2023-2027 es que cada estado miembro diseñó su propio Plan Estratégico de la PAC, de manera que las líneas establecidas por la Comisión Europea se pudieran aplicar mejor al sector agrario de cada país.
Desde entonces, el PEPAC de España se ha modificado cada año (los últimos cambios se aprobaron a mediados de 2025) y con estos previstos desde Bruselas, habría que comenzar 2026 incluyendo otros más.
En este sentido, la propuesta del Ómnibus de Agricultura aprobada también propone que los estados miembro solo tengan que recibir el visto bueno de la Comisión Europea a los cambios estratégicos y que las administraciones de Agricultura de cada país puedan presentar hasta dos solicitudes de modificación del PEPAC por año.
De esta forma, la Política Agraria Común 2023-2027 no para de modificarse y ajustarse y con tanto cambio lo que queda claro es que lograr la ansiada simplificación es difícil y que los continuos ajustes pueden liar a los agricultores y ganaderos.











