La decimosexta edición de los Premios al Desarrollo Rural ha reconocido doce proyectos sobresalientes de un total de más de cuarenta participantes, distribuidos en seis categorías competitivas que incluyen juventud, innovación tecnológica, interés social, sector agrícola, mujeres, y la revitalización y valorización del suelo agrario.
La Agencia Gallega de Desarrollo Rural (Agader) ha otorgado 10.000 euros a los ganadores de cada categoría y 3.000 euros a los subcampeones. Las propuestas de nuevos residentes rurales fueron particularmente destacadas en una ceremonia que, según los organizadores, “refleja una transformación en el ámbito rural gallego”.
Laura Vallejo Castro, profesional de la motosierra y creadora de contenido, obtuvo el primer premio en la categoría de mujeres. Vallejo, pionera en compartir contenido forestal en redes sociales, empezó a publicar videos “de casualidad” y logró una “explosión brutal” de seguidores debido al “interés” de sus colegas y el “desconocimiento” en ciudades cercanas. Ella enfatizó su deseo de “concienciar sobre las oportunidades de trabajo en el mundo forestal”.
La financiación recibida será invertida en la granja de sus padres para “un proyecto de cierre de parcelas”, y el remanente se destinará a la adquisición de “material fotográfico” para su faceta de creadora. Vallejo agradeció a sus padres por el apoyo, pues ellos se encargan de las labores de la granja mientras ella asistía al evento.
María Elena Ferro, quien dirige un taller de marroquinería, recibió el segundo premio en la misma categoría por su proyecto de creación de zuecos artesanales, defendiendo “la artesanía gallega y tradicional”.
Elena Fontán, doctora marina de 33 años, fue la principal galardonada en la categoría de mujeres jóvenes. Su proyecto, realizado en Boiro junto a Vinicius de Monte, consiste en la transformación de algas en un bioestimulante aplicable a diversos sectores como la agricultura, la alimentación animal o la cosmética. Este bioestimulante fortalece a las plantas y mejora su resistencia ante condiciones meteorológicas extremas. Fontán fue elegida por encima de la Asociación Agrupación Musical del Rosal, que se ha convertido en un “eje vertebrador” de su comunidad, según su portavoz.











