La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha remarcado que 2025 ha sido, en líneas generales, un ejercicio favorable para la ganadería española en términos de producción y precios, aunque condicionado por diversos episodios de sanidad animal, entre ellos la lengua azul, la dermatosis nodular y, en las últimas semanas, la peste porcina africana (PPA), que “empañaron” el balance del año para el sector.
Ante la detección del foco de peste porcina, el responsable de ganadería de UPA, José Ramón González, ha señalado que, si bien la investigación sobre su origen tiene relevancia, “no es urgente”, y ha recalcado que la prioridad inmediata debe centrarse en su control y cierre efectivo para evitar una mayor propagación.
En la presentación este miércoles del “Balance Agroganadero 2025” de UPA, González ha reiterado la conveniencia de lanzar un mensaje de calma a los consumidores, puesto que el virus no ha alcanzado ninguna explotación de producción. En este sentido, ha subrayado que no existe riesgo para la población siempre que se mantenga el “estatus sanitario”, lo que permitirá impedir un desplome del consumo interno y de las exportaciones que pondría en jaque la rentabilidad de los ganaderos.
Por otro lado, el secretario general de UPA, Cristóbal Cano, ha incidido en su intervención en el papel de la emergencia climática en la aparición y recrudecimiento de estas crisis sanitarias que “lastraron” al sector, identificándola como el “denominador común” del aumento de casos de enfermedades “prácticamente erradicadas” o de difícil expansión, que ahora reaparecen “con más fuerza” por efecto directo de la crisis climática.
Cano ha aludido igualmente a las consecuencias de los incendios forestales registrados a lo largo del año, vinculados tanto al cambio climático —sequía prolongada, olas de calor y subidas de temperatura— como al abandono del medio rural y del pastoreo extensivo, que, según ha recordado, actúa como “cortafuegos” natural frente al avance del fuego.
En esta línea, ha defendido que ganaderos y agricultores deben ser tenidos en cuenta de forma activa en el debate sobre el clima y ha reclamado que ambos colectivos estén presentes en “cualquier receta que persiga mitigar la emergencia climática”, al considerarlos agentes imprescindibles en la gestión del territorio.
Buenas perspectivas para 2026 y defensa de la explotación familiar
De cara a 2026, UPA ha avanzado unas perspectivas favorables en lo relativo a la renta agraria, tras un 2025 en el que los indicadores de producción han sido positivos. No obstante, la organización ha advertido de que los grandes datos macroeconómicos pueden “ocultar” la “vulnerabilidad de las explotaciones familiares”, motivo por el que ha reclamado al Gobierno que respalde y acelere la tramitación de la Ley de Agricultura y Ganadería Familiar para reforzar la protección de este modelo productivo.
Durante el acto, UPA ha mostrado asimismo su respaldo a la nueva estrategia europea de relevo generacional, que persigue duplicar la proporción de jóvenes agricultores en la UE hasta el 24% en 2040. En la actualidad, esta tasa se sitúa en el 12% a nivel comunitario, mientras que en España apenas alcanza el 9%, reflejando un envejecimiento del sector superior a la media europea y una necesidad urgente de incorporar nuevos profesionales.









