El secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, ha manifestado su “tremenda preocupación” por el nuevo ciclo de planificación hidrológica 2028-2033 y, ante este escenario, ha solicitado “una reunión urgente” con la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez. El objetivo es conocer de primera mano la postura del Gobierno regional y trasladarle el malestar y las inquietudes del sector agrario de la Comunidad Autónoma.
Este nuevo periodo de planificación, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tras la publicación en el BOE del 28 de noviembre del inicio del trámite de consulta pública de los Esquemas Provisionales de Temas Importantes de las principales demarcaciones hidrográficas que afectan a Castilla-La Mancha, supone, en palabras de Morcillo, “un ataque sin precedentes al regadío castellano-manchego”. Así lo ha señalado en una nota de prensa difundida por la organización agraria.
Según ha advertido, en todas las cuencas se contemplan recortes en las dotaciones de riego, disminución de la superficie regable, extinción de derechos históricos de riego y una reconversión forzosa hacia cultivos de secano. Morcillo subraya que alrededor del 80% del regadío de la región se abastece de aguas subterráneas y que la mayoría de los acuíferos están catalogados en “mal estado cuantitativo o cualitativo”, lo que, a su juicio, convierte el escenario planteado “en un escenario crítico y potencialmente irreversible para el tejido productivo”.
Ante esta situación, UPA considera imprescindible que el Ejecutivo autonómico fije una posición “clara y firme” en defensa del regadío de Castilla-La Mancha en el marco del nuevo proceso de planificación hidrológica 2028-2033 y que traslade esa postura en todas las mesas de negociación y órganos competentes.
Lo que recoge el documento de planificación
El documento sometido a consulta establece tres posibles alternativas de actuación. No obstante, según denuncia UPA, “tanto la Dirección General del Agua, como la Confederación Hidrográfica del Guadiana se posicionan por la Alternativa 1, que conlleva la reducción progresiva de superficie de regadío, el fomento del riego deficitario, la reconversión obligatoria hacia secano tecnificado, incentivos para el abandono voluntario del regadío, fomentar la comercialización de productos de secano”.
La organización agraria se cuestiona qué ocurre con el compromiso pendiente de dar solución a la situación de las explotaciones prioritarias en el Alto Guadiana, un asunto que, recuerda, sigue sin resolverse. Además, la Confederación contempla para el sudeste de Albacete “una reducción drástica de extracciones”, lo que, según UPA, agravaría aún más la viabilidad de muchas explotaciones de regadío en esa zona.
En este contexto, Julián Morcillo ha reclamado “avanzar en una unidad de acción de los regantes de la cabecera del Segura, proponiendo pasos hacia una estructura tipo Junta Central de Usuarios”. A su entender, sin una organización común y representativa, “de otra manera, los regantes y usuarios se quedarán sin voz”.
UPA también ha pedido mantener un encuentro con la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO) con el fin de articular una postura conjunta en defensa de los intereses hídricos de Castilla-La Mancha. La organización insiste en que este frente común “es más necesario que nunca ante estos nuevos planteamientos” recogidos en los documentos de planificación.











