La Generalitat de Catalunya, a través de su Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, junto con el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA), ha comenzado a soltar ejemplares de Ganaspis kimorum, una avispa parasitoide, con el objetivo de enfrentar una plaga que está perjudicando los cultivos de fresa y cereza en la región.
La plaga en cuestión es la drosophila de alas manchadas (Drosophila suzukii), un insecto proveniente de Asia y catalogado como uno de los más destructivos para la fruticultura en Europa, que se detectó por primera vez en el continente en 2008 y en Catalunya dos años más tarde, según lo comunicado por la Conselleria.
Este año, exacerbado por las condiciones de lluvia y alta humedad, la incidencia de esta plaga ha aumentado considerablemente en las plantaciones, afectando al 43% de las fincas de fresa y al 12% de las de cereza, según los muestreos realizados por el Departamento.
Dentro del marco de la gestión integrada de plagas, el uso de insecticidas tradicionales no ha sido suficiente para controlar las elevadas poblaciones de esta mosca y resulta ser una solución costosa para los agricultores. La liberación de Ganaspis kimorum se ha realizado con la intención de que estos insectos se integren de manera natural en el ecosistema y ayuden a controlar la plaga de manera sostenida y efectiva en el tiempo.