El diputado socialista Mario Jiménez ha calificado este martes «cobarde» el comportamiento que ha atribuido al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en la Conferencia de Presidentes, celebrada el día 6 en Barcelona, al asegurar que «no fue capaz de plantear en toda su contundencia» la reclamación de un fondo transitorio de nivelación hasta la aprobación de un nuevo modelo de financiación, actitud que ha atribuido a «no quería ofender a la señora Ayuso o al señor Rueda en la defensa de los intereses de Andalucía».
A ese reproche ha sumado que Moreno en su comparecencia posterior en la rueda de prensa hablara de que Sánchez se vería abocado a «convocar a palos» unas elecciones, por cuanto ha considerado que esas manifestaciones propician que «descerebrados de extrema derecha se vayan a las sedes del PSOE a agredirles», mientras ha considerado que «son las fuerzas de choque al servicio de la estrategia socarrona de la derecha de toda la vida».
Jiménez ha esgrimido este argumento en una pregunta en comisión parlamentaria sobre la convocatoria de ese órgano, que ha dirigido esta jornada al consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, quien ha replicado esa idea para afirmar que en su desenlace, con el argumento de que «no se votó nada», «quedó al descubierto el fiasco» que fue y ha situado su propósito en «tapar los escándalos del PSOE, no en hablar de lo que interesa a los españoles».
Ha sostenido el consejero de la Presidencia que su convocatoria fue «para una foto y un monólogo» por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, antes de ratificarse en la conclusión de «monumental fiasco», así como en la de «tomadura de pelo» y «cargarse las instituciones».
Antonio Sanz ha sostenido que el presidente de Asturias llegó a afirmar que «lo importante es la foto con Illa» como verdadera aspiración de ese cónclave, al tiempo que ha blandido «las caras y los aspavientos» que se sucedieron cuanto el presidente de la Junta «leyó literalmente» el Diario de Sesiones del Parlamento acerca del dictamen del grupo de trabajo de financiación de 2018, escenario en el que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero reclamó 4.000 millones para la financiación de Andalucía.
El consejero de la Presidencia ha sostenido que Sánchez llevaba «dos años y medio sin convocar» la Conferencia de Presidentes, por lo que ha recordado que su Reglamento obliga a su convocatoria cada seis meses, antes de recordar que «tuvimos que ir a los tribunales» para que el orden del día incluyera todos los puntos que las comunidades del PP querían abordar.
MARIO JIMÉNEZ: REVENTAR COMO FUERA
El socialista Mario Jiménez ha sostenido que la estrategia del Partido Popular ante la convocatoria de este órgano de interlocución entre el Gobierno y las comunidades autónomas era «reventar como fuera», para precisar que «les salió mal», conclusión que ha apuntado a partir del hecho de que «se les escapa la señora Ayuso y les destroza toda la estrategia», así como ha remarcado que se celebraba dos días antes del «aquelarre de Madrid», en referencia a la concentración que hubo en Madrid el domingo 8.
El diputado socialista ha sostenido que Sánchez «es el presidente que más veces ha reunido la Conferencia de Presidentes» y que «no se quedó ni uno atrás» de los temas que reclamaban las comunidades del PP, antes de reafirmarse en la conclusión de que «hiciera el ridículo Moreno Bonilla cuando llega el momento del Fondo Transitorio».
















