Altamira Gonzalo, letrada de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, ha declarado que “el abuso hacia mujeres y niñas ha encontrado en Internet el medio idóneo para hacerlo”. Su intervención tuvo lugar en la Comisión especial de estudio de las Cortes de Aragón, dirigida a intensificar la protección de la infancia y la adolescencia frente a los desafíos del uso tecnológico.
Gonzalo ha señalado que aunque la digitalización ha aportado numerosos beneficios y bienestar, también conlleva riesgos significativos, incluyendo amenazas a la seguridad y la privacidad de los usuarios, y ha criticado que el derecho penal no acompaña el ritmo de los avances tecnológicos.
Además, ha resaltado cómo el uso intensivo de redes sociales puede mermar la autoestima, especialmente entre niñas y adolescentes, al promover patrones de belleza poco realistas que objetivizan el cuerpo femenino.
La sesión de la Comisión se ha centrado en la educación digital y la salvaguarda de la privacidad infantil, contando con la participación de expertos en Derecho y representantes de entidades enfocadas en la defensa de los derechos de los menores.
Posteriormente, Ana Caballero, jurista especializada en tecnología y derechos infantiles, subrayó la importancia de la tecnología en el ámbito educativo para evitar una brecha digital. “La tecnología debe estar en el aula” afirmó, añadiendo que la falta de formación tecnológica fuera de los centros educativos complica la situación.
BIENESTAR DIGITAL
Sonsoles Bartolomé, de la Fundación ANAR, advirtió sobre cómo la tecnología influye en la violencia infantil desde 2018 y enfatizó la responsabilidad de las tecnológicas en adoptar un enfoque ético para la protección infantil. Jesús Sánchez, de la Fundación Aragonesa de Solidaridad, comentó sobre los cambios en el proceso de pensamiento de los adolescentes debido a la tecnología, recalcando la necesidad de una regulación adecuada, y no una prohibición.
Carmela del Moral, de Save The Children, y María Pilar Mallada, pediatra, también contribuyeron a la discusión resaltando cómo la tecnología está redefiniendo la interacción y la educación infantil, así como la importancia de proteger el bienestar físico y digital de los niños.











