Jessica de León, consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, ha reconocido recientemente que se encuentran en ‘alerta’ y en estado de ‘alarma’ debido a la desaceleración en las reservas para la temporada de invierno, así como por el incremento en los costos, atribuidos al alza de tarifas aéreas y precios del combustible.
Ante una consulta del Grupo Nacionalista durante una sesión parlamentaria, De León también comentó que el ‘20% de las familias ya se «están endeudando para poder salir de vacaciones»‘, lo cual refleja una disminución en la renta media que podría impactar negativamente a las islas, ya que no será posible reducir los precios dado que se está invirtiendo en la ‘reconversión’ de sus instalaciones hoteleras para atraer un turismo de mayor calidad.
La consejera anticipó que el mantenimiento del flujo actual de turistas, que rondó los 18 millones el año anterior, podría ser complicado si continúa la escalada de precios de los vuelos y se establece una ‘ecotasa’ que no considere las particularidades de un destino archipielágico.
Además, señaló la estabilidad aparente de la situación hasta el momento, pero advirtió que organismos internacionales ‘empiezan a alertar’ sobre la creciente inflación y la restricción en la demanda desde los principales países emisores. ‘Hay que tenerlo muy en cuenta’, advirtió.
A su vez, José Manuel Bermúdez (CC) enfatizó en la importancia del turismo como el ‘sistema circulatorio’ de la economía de Canarias y destacó la ‘recuperación notable’ del sector post-pandemia, aunque señaló la ‘alta volatilidad’ del mercado debido a la ‘inestabilidad geopolítica’ y ciertas ‘señales de enfriamiento económico’ en países como Alemania y el Reino Unido, que son clave para el turismo en las islas.
Bermúdez también hizo hincapié en la ‘competencia’ de mercados emergentes como África, que están promoviendo ‘ofertas de paquetes agresivos’ y desarrollando segmentos como el ecoturismo, el turismo de lujo y el cultural. Además, instó a considerar bonificaciones para los residentes canarios en futuras negociaciones con grandes cadenas hoteleras para permitir el turismo accesible dentro de las propias islas.













