El viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno de Canarias, José Luis Perestelo, ha manifestado este viernes que la implementación de la Estrategia Canarias-África promovida por su gobierno contribuirá a la ‘disminución’ de los flujos migratorios hacia el archipiélago.
En una sesión parlamentaria donde respondía a una interpelación de Vox, Perestelo explicó que en los últimos tres años, el Gobierno ha destinado siete millones de euros para proyectos de cooperación y desarrollo en países africanos en áreas como educación, capacitación, tratamiento de aguas y desarrollo agrícola, realizando un ‘exhaustivo control’ sobre cada uno de los programas.
Según Perestelo, esta estrategia es efectiva ya que no solo mejora las condiciones de vida en África, sino que también previene ‘la tragedia que supone subirse a una patera o un cayuco’. Este problema, aclaró, no se limita solo a Marruecos ya que afecta a varios países del continente.
Por su parte, Paula Jover de Vox, reconoció la ‘larga tradición económica’ de Canarias con África occidental, pero enfatizó que la inmigración ilegal ‘es una cuestión de defensa y seguridad nacional’, como lo confirman el departamento de seguridad nacional y audios recientes de la UCO sobre el ‘caso Koldo’, que evidencian el uso de migrantes por parte de Marruecos ‘como arma de presión hacia España’ y donde se admite que ‘la solución pasa por la repatriación’.
Jover destacó que Canarias ha sido ‘la principal afectada’ por esta situación, con la llegada de más de 47.000 migrantes el pasado año y advirtió que el acuerdo sobre la distribución de menores no acompañados podría intensificar el ‘efecto llamada’.
Expresó su ‘esperanza’ en que la Estrategia Canarias-África marque ‘un cambio’, aunque lamentó que ‘no hay ni una sola referencia’ a los flujos migratorios en la misma. A su juicio, no es suficiente ‘solo enviar dinero’ para proyectos; es imprescindible ‘condicionar la ayuda al control efectivo de la inmigración ilegal’. ‘Me alegro del buenismo de Canarias pero hay que poner una línea roja, ni un euro si no se controlan los flujos’, concluyó.















