El Gobierno de Castilla y León ha optado por retirar el proyecto de Ley de Violencia de Género de su proceso de aprobación en las Cortes, ante la falta de apoyo del PSOE. Carlos Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, explicó que la decisión busca lograr la «máximo consenso posible» en la normativa.
«Este tipo de cuestiones tienen que hacerse siempre buscando el más amplio consenso y en la última ponencia ya ni siquiera acudió el Grupo Socialista para negociar esas enmiendas», indicó Fernández Carriedo. Además, señaló que el PSOE había anunciado que «votaría en contra si no se aceptaban sus enmiendas» –103 en total–.
«Ya tenemos una Ley de consenso, queremos mejorarla, esta mejora tiene sentido si conseguimos un amplio consenso en las Cortes, si el acuerdo no se produce lo más razonables es ante el ‘no’ de los grupos proceder a la retirada para que la violencia de género no se use como un arma electoral en el debate parlamentario», enfatizó el portavoz.
La Ley de Violencia de Género actual, vigente desde 2010, «seguirá plenamente vigente» y la Junta «mantiene su compromiso de protección y apoyo a las víctimas». Fernández Carriedo lamentó la falta de voluntad de diálogo del Grupo Socialista y defendió que el proyecto contaba con amplio respaldo en el Diálogo Social y entre asociaciones del ámbito de la violencia de género.
Sobre el futuro de la iniciativa, Fernández Carriedo expresó que la Junta «seguirá trabajando por una ley mejorada y con el máximo consenso posible». Afirmó que la retirada del proyecto obedecía al respeto institucional y parlamentario, dado el rechazo de la mayoría parlamentaria a la tramitación de la norma.










