El PSOE en Castilla y León ha renovado su petición de dimisión para Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Medio Ambiente, tachando su actuación en la gestión de los incendios forestales de este verano en la comunidad como ‘nefasta’. Además, han instado al presidente de la Junta a reemplazarlo y contratar a un ‘buen cartero’, en clara referencia satírica al método epistolar empleado por la Junta al comunicarse con los residentes de las áreas siniestradas, destacando su resilencia.
Según la procuradora socialista Nuria Rubio, la Junta ha cruzado un límite al ‘usar el dolor de las personas para hacer propaganda’. Rubio destacó este punto al mostrar una imagen de una casa afectada por el fuego, ahora adornada con un cartel que proclama la futura inversión en la propiedad por parte de la administración regional, con un mensaje que dice: ‘¡Aquí invierte la Junta, si hubiera invertido esta casa nunca se hubiera quemado…este municipio lo salvaron sus vecinos luchando contra el fuego con su alcalde a la cabeza!’.
El consejero implicado, por su parte, defendió la respuesta del gobierno regional, describiéndola como ‘integral, inmediata y ambiciosa’, destinada a la recuperación de los afectados y la restauración del entorno natural. Esta respuesta incluyó, según Suárez-Quiñones, un acuerdo desde el 20 de agosto que abarca varias iniciativas, entre ellas, la distribución de aproximadamente 5,6 millones de kilos de alimentos para 343 ganaderos y 61.940 cabezas de ganado, además de ayudas económicas para reparar infraestructuras dañadas.
El debate también tocó el tema de los bomberos forestales y su jubilación anticipada. José Luis Vázquez, otro miembro del PSOE, criticó la demora en reconocer oficialmente a los bomberos forestales y en aplicar un coeficiente reductor para su jubilación, mencionando a tres bomberos fallecidos en acción, cuyas muertes atribuyó a la gestión de Suárez-Quiñones. Además, criticó las ayudas proporcionadas por la Junta como ‘pírricas e insultantes’ frente a los ‘daños irreparables’ causados por los incendios, que devastaron miles de hectáreas y cobraron numerosas vidas en los últimos años.
Finalmente, Suárez-Quiñones explicó que la tardanza en la aplicación del coeficiente reductor se debió a la demora del Gobierno central en aprobarlo, y afirmó que su departamento ya está trabajando para su implementación en la comunidad, además de anunciar próximas normativas para el reconocimiento oficial de los bomberos forestales.










