La coalición #LaCiudadQueNosMueve, compuesta por 14 entidades y empresas, ha mantenido encuentros con representantes de ERC, Junts y PSC en el Parlament para solicitar una revisión del texto “excesivamente restrictivo y no consensuado” de la nueva ley del taxi, que ya ha comenzado su proceso legislativo.
En un comunicado emitido el jueves, la coalición expresó que el texto actual de la ley no satisface las demandas de la ciudadanía ni las exigencias de la economía local, añadiendo que: “La norma limita alternativas de movilidad urbana cuando más se necesitan”.
La propuesta en cuestión busca regular el sector y definir roles específicos para cada tipo de servicio: taxis, vehículos de transporte con conductor (VTC), limusinas y los vehículos de Alta Disposición, una nueva categoría con funciones similares a los VTC tradicionales.
Esta legislación otorga un mayor protagonismo al taxi, tratándolo como un servicio esencial para complementar el transporte público y prevé una eliminación gradual de los VTC al no renovar las licencias existentes y solo conceder nuevos permisos temporales si los taxistas no logran cubrir la demanda de los usuarios.
Entre las entidades que se oponen a esta propuesta y que son parte de la alianza se encuentran Marcas de Restauración, Cerveceros de España, Bolt, España de Noche o Movea, entre otras.












Comentarios 1
Bien, el taxi requiere de una licencia que permite realizar transporte de personas dentro del ámbito urbano, las licencias vtc son otra cosa.. Aquí, en el sector del taxi, hay personas que han arriesgado su dinero, pidiendo préstamos, incluso para emprender esta actividad. No es de recibo que a partir de la gran especulación que hubo con la liberalización y concesión de licencias vtc se pretenda realizar ahora una actividad que no les corresponde. Ni las condiciones de accesibilidad a la profesión son las mismas, ni lo es la regulación, la ley, ni la fiscalización y el control por parte de la administración. Estas platafotmas de movilidad fueron a lo fácil, saltándose la legislación por el forro, sienfo «jodidamente ilegales», como presumió Uber en su momento. Lo que hacen estas plataformas en Catalunya siempre se le ha llamado «pirateo». Ahora quieren blanquear la cosa en nombre de la movilidad. Lo que tienen que hacer es jugar en la misma liga y no querer ser farmacias con licencias de parafarmacias. Otro tema distinto sería hablar de si el número actual de licencias cumple o no con las necesidades de las ciudades, pero para ello no se ha de tener en cuenta solo las horas cresta, porque quien está detrás de un volante también tiene derecho a ganarse la vida dignamente. Esta sería la cuestión.