Este jueves, la Asamblea de Madrid ha desestimado la propuesta del PSOE que pedía incrementar los fondos destinados a los servicios sociales, con la oposición de Vox y el PP. Durante el debate, el PP ha exigido al Estado saldar la ‘deuda’ pendiente para con la dependencia.
La Proposición No de Ley (PNL) presentada por los socialistas pretendía que se solicitara al Gobierno regional aumentar el presupuesto de los servicios sociales y realizar un estudio para mejorar la atención primaria en este sector y favorecer la desinstitucionalización.
La defensa de esta iniciativa corrió a cargo de la diputada socialista Silvia Monterrubio, quien destacó la importancia de los servicios sociales como ‘el cuarto pilar del Estado del Bienestar’ porque ‘sostienen derechos de ciudadanía, garantizan cohesión e inclusión social, son el primer escudo frente a la desigualdad y la pobreza y son la red que garantiza que nadie caiga bajo el umbral de la dignidad’.
Por otro lado, la diputada del PP, Mónica Lavín, ensalzó la gestión del Gobierno regional, que ha incrementado en un 20% el presupuesto para políticas sociales, superando los 2.600 millones de euros. Lavín criticó la ‘hipocresía’ del PSOE por cuestionar los servicios sociales de Madrid mientras ‘ponen en riesgo el bienestar de todos los españoles con sus cesiones al independentismo’.
Asimismo, destacó que el Gobierno central ‘acumula una deuda de 2.300 millones de euros en dependencia’ y mencionó otros 400 millones de euros que pierden los madrileños por la ‘factura independentista’ del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. ‘Madrid cumple la ley, da los mejores servicios sin generar deuda ni subir impuestos y sigue siendo la región más solidaria de España’, afirmó.
Desde Más Madrid, la diputada Diana Paredes señaló a la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, como responsable del aumento de la desigualdad en la región, relacionándolo con el ‘desmantelamiento de los servicios públicos’.
Finalmente, el diputado de Vox, José Ignacio Arias Moreno, criticó al PSOE por ‘utilizar los problemas sociales de los madrileños como excusa para justificar su política clientelar’ y abogó por una gestión más eficiente en lugar de aumentar impuestos o deuda.