Desde la Asamblea de Madrid, los grupos parlamentarios de Más Madrid y PSOE han reclamado el regreso inmediato a España de los activistas de la Global Sumud Flotilla que aún no han sido devueltos tras ser interceptados por Israel. Asimismo, han criticado duramente el comportamiento del gobierno de Benjamín Netanyahu hacia los activistas, quienes han relatado experiencias negativas tras su llegada a Madrid y Barcelona.
En una comparecencia después de la Junta de Portavoces, Manuela Bergerot, líder de Más Madrid, expresó su “gratitud” hacia los integrantes de la flotilla y condenó las acciones de lo que describió como una “democracia modélica que tanto elogia el PP”. Bergerot denunció las “detenciones ilegales y las vejaciones” como parte de una política de largo plazo de Israel hacia los palestinos.
Los recién llegados, entre ellos la exalcaldesa Ada Colau, han destacado el “maltrato y trato denigrante” recibido, mencionando la falta de sueño y un proceso de “deshumanización constante”. Por su parte, la portavoz del PSOE, Mar Espinar, aseguró que el Gobierno está tomando medidas para asegurar la protección de los miembros de la flotilla y destacó el contraste con el PP de Madrid, que según ella, menosprecia la ayuda humanitaria hacia Gaza.
En la misma línea, Bergerot anticipó que la solidaridad internacional continuará y que los futuros envíos no cesarán. Espinar aplaudió a los ciudadanos que se manifestaron en Madrid reclamando la liberación de los activistas y el cese de la violencia en Gaza, subrayando que “los madrileños merecen un Gobierno que esté a la altura moral de sus ciudadanos”.
En un contexto de tensiones, la Junta de Portavoces también fue escenario de enfrentamientos verbales, con acusaciones cruzadas entre los representantes de Más Madrid y el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, especialmente en torno a la colocación de una bandera de Palestina en el escaño de Jimena González.