La sesión plenaria del Congreso ha dado su visto bueno a la reciente modificación de la ley del Convenio Económico de Navarra, con el voto en contra de Vox y la abstención de Compromís. Esta modificación, acordada entre los gobiernos foral y estatal, permite a la comunidad foral tomar las riendas en la regulación, gestión, inspección y recaudación de dos innovadoras figuras impositivas.
Esta reforma, que ahora procederá al Senado para su definitiva aprobación, fue tramitada mediante el procedimiento de urgencia en lectura única, evitando así su paso por ponencia o comisión. Vox, en desacuerdo con esta tramitación directa, presentó una enmienda a la totalidad que fue rechazada.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendió la modificación en el Congreso, asegurando el ‘pleno encaje constitucional’ del Convenio Económico de Navarra. Vox, por su parte, argumentó que la reforma fomenta la ‘desigualdad’ en la cesión de competencias en ciertos impuestos. Compromís se abstuvo, criticando la priorización de esta medida por parte del PSOE en lugar de reformar el modelo de financiación autonómica.
PNV, EH Bildu, Sumar y PSOE defendieron la modificación, mientras que el PP y UPN expresaron sus respectivas preocupaciones y apoyos relacionados con la foralidad y la autonomía de Navarra. El debate también incluyó referencias a un informe de la UCO sobre un exsecretario del PSOE en Navarra.
Esta octava modificación desde 1990 introduce, entre otras, dos nuevas figuras tributarias y amplía competencias en otros impuestos, además de incluir ajustes fiscales en el ámbito financiero.















