Ignacio Irujo, autor del informe de la Delegación del Gobierno en Navarra sobre la duplicación de los túneles de Belate, ha declarado en la comisión de investigación del Parlamento foral que “no se hacen voladuras” en la construcción del túnel “si no existe el visto bueno de la delegada del Gobierno”. Además, ha confirmado que las microvoladuras necesarias para evaluar el proyecto contaban con dicha autorización, diferenciándolas de las voladuras principales del túnel.
En respuesta a las preguntas del parlamentario de UPN, Pedro González, Irujo aclaró que las voladuras mencionadas por el Gobierno entre agosto y octubre correspondían a un estudio de vibraciones y que “no” se iniciaron voladuras principales hasta febrero de 2025, cuando la delegada autorizó el uso de explosivos. Además, subrayó que las autorizaciones para el uso de explosivos las gestiona él mensualmente y que sin una autorización vigente, es “imposible” adquirir explosivos en Navarra.
González señaló discrepancias en los informes recibidos, sugiriendo que “o nos miente el consejero o nos miente el director general”, mientras que Irujo defendió la integridad del proceso de autorización y seguimiento de las voladuras civiles en la región. Además, explicó la necesidad de construir un polvorín adecuado a la normativa para facilitar el acceso a explosivos, lo que incrementó los costes de la obra.
Preguntado sobre la complejidad del proyecto, Irujo lo calificó como el más grande que ha gestionado, destacando la necesidad de un estudio de vibraciones detallado debido a la proximidad de las bocas del túnel en la zona norte.










