Guillermo Vallejo, miembro del comité de contratación de Belate, durante su intervención en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra, ha declarado que aunque circulaban rumores sobre la adjudicación a una empresa específica, estos no afectaron su decisión «para nada».
«Se rumoreaba quién sería el adjudicatario», mencionó Vallejo, añadiendo que tales comentarios eran frecuentes entre el personal del Departamento. «Al final, era un tema recurrente y lo discutíamos entre nosotros», explicó.
No obstante, Vallejo recalca que él siempre comunicó que la selección se basaría en la mejor propuesta, desestimando los rumores porque, según él, el proyecto se asignaría a la oferta más ventajosa.
El proceso fue descrito por Vallejo como «una pesadilla», destacando la complejidad de la situación, lo cual quedó evidenciado en los correos electrónicos intercambiados por los miembros del comité. «Fue horrible y se nota en los correos», indicó a EH Bildu, añadiendo que el proceso debería haberse completado en dos o tres meses, pero se prolongó considerablemente.
Vallejo defendió la integridad del informe técnico evaluado por los cinco ingenieros vocales del comité, asegurando que todos estuvieron de acuerdo con el documento final. Admitió que en futuras mesas aplicaría lecciones aprendidas de esta experiencia para evitar errores pasados.
En cuanto a las acusaciones de favoritismo, Vallejo aclaró que siempre se esforzó por mantener la neutralidad, rechazando cualquier insinuación de parcialidad por parte del presidente del comité.
Maribel García Malo del PPN destacó la importancia de que Vallejo revelara que el presidente del comité solicitó que revisara sus puntuaciones, indicando que esto contradecía testimonios previos y podría sugerir falta de veracidad en declaraciones anteriores.
Finalmente, Vallejo manifestó su sorpresa al ver a la empresa Servinabar unirse a Acciona en la UTE, pero tras investigar, descubrió su historial colaborativo y su capacidad, concluyendo que no había nada inusual en su participación.