Este jueves, el pleno del Parlamento de Navarra ha desestimado las enmiendas a la totalidad propuestas por UPN, PPN y Vox para los Presupuestos Generales de Navarra de 2026. Estas enmiendas fueron rechazadas con los votos en contra de PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, siguiendo el pacto previamente establecido entre estas formaciones para la aprobación de las cuentas del próximo año, marcando así la séptima gestión presupuestaria del gobierno de María Chivite.
Los debates sobre las enmiendas parciales seguirán en el Legislativo foral, y se espera que el proyecto regrese al pleno el 18 de diciembre para su aprobación final. Con un presupuesto que asciende a 6.741 millones de euros, un 4,8% más que el año anterior, estos representan la cifra más alta en la historia financiera de Navarra.
El consejero de Economía y Hacienda, José Luis Arasti, ha resaltado que el 54,5% del presupuesto se destinará a gasto social, evidenciando un ‘compromiso sostenido y reforzado por áreas como la salud, el deporte, los derechos sociales o la vivienda’. Arasti ha defendido que estos presupuestos son ‘positivos y buenos para Navarra, porque confirman que el Gobierno ha sabido escuchar a la ciudadanía, que en 2023 votó mayoritariamente a formaciones progresistas y decidió que la derecha debería continuar reflexionando en el rincón de pensar’, ha explicado.
Javier Esparza, portavoz de UPN, ha criticado duramente al gobierno durante la defensa de su enmienda, mencionando un ‘terrible caso de corrupción’ y acusando directamente a María Chivite de beneficiarse políticamente de dichas tramas para alcanzar la presidencia de Navarra. ‘María Chivite es políticamente responsable del ‘caso Cerdán’ y del ‘caso Belate’. Chivite es presidenta gracias a la corrupción de Cerdán, se benefició de la trama y debe irse con ellos’, señaló Esparza, quien además instó a los consejeros del Gobierno que ‘aún conserven algo de dignidad democrática’ a exigir la disolución del Gobierno o la dimisión de Chivite.
Por su parte, Ainhoa Unzu, portavoz del PSN, ha destacado que las enmiendas representan el rechazo de la derecha a un ‘modelo de Navarra’ y ha defendido la estabilidad política que demuestra el acuerdo presupuestario alcanzado. ‘Describen una Navarra que solo ellos parecen ver, llevan once años con los mismos augurios, las mismas amenazas, el mismo apocalipsis. Llevan once años intentando convencer a la ciudadanía de que todo va mal y nadie les da la razón’, afirmó Unzu.










