El viernes comenzaba oficialmente la campaña electoral para las elecciones generales del próximo 23 de julio y lo hacía sin sobresaltos en lo que a los sondeos electorales se refiere respecto a la semana pasada. Feijóo mantiene la primera posición para el Partido Popular, con una estimación de voto que se estabiliza en torno al 34%, según el promedio del agregador de encuestas de Demócrata, elaborado a partir de datos de más de 550 trabajos demoscópicos publicados desde finales de 2019 [ver metodología al final de la pieza].
Como en semanas anteriores, el PSOE prosigue su escalada y sube un punto, ya en números similares a los de las últimas generales, en noviembre de 2019, con el 27-28% del voto a partidos. En la disputa por la tercera plaza, clave para aspirar a competir en el reparto de escaños en circunscripciones de 5-6 diputados, tampoco hay alteraciones: Vox continúa en sobre el 14% y Sumar en el 13%, si bien ambos comienzan a entrar en una tendencia descendente.
Lo que sí dejan cada vez más claros los sondeos son las dinámicas de formación del electorado de cada candidatura de cara al 23-J, como se puede desprender del análisis de las transferencias de voto de diferentes empresas encuestadoras. Así, las matrices de los trackings diarios que están publicando en ABC (GAD3), El País y Cadena SER (40dB.) y El Mundo (SigmaDos), además del estudio preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), apuntalan el bipartidismo en torno al cual se está cimentando la competición dentro de cada uno de los bloques ideológicos.
Consolidación del bipartidismo y ruptura de bloques
El PP, más allá de registrar el mayor grado de fidelidad (votantes de Pablo Casado en 2019 que ahora optarían por Feijóo) entre los partidos de ámbito nacional, se haría con más de la mitad de los electores de Albert Rivera, lo que supone un gran paso adelante en la tan ansiada por los populares reunificación del voto del centroderecha. No obstante, los saldos con Vox no son tan claros.
Según el CIS, GAD3 o SigmaDos, el balance también sería positivo para el PP (recogería más apoyos de exvotantes de Abascal que electores cedería hacia aquella formación). Sin embargo, los estudios de 40dB afirman que son los segundos los que ahora misma estarían ganando votos respecto al Partido Popular. En lo que sí hay consenso es en que Feijóo mantiene el trasvase de sufragios desde el centroizquierda con el que conseguiría romper las dinámicas de bloques ideológicos en las que se lleva instalada la política española desde 2016: entre un 8-10% de socialistas cambiarían las siglas por las del PP el 23-J.
Más clara sería la explicación de lo que está ocurriendo con el PSOE. Pedro Sánchez ha logrado reactivar a una fracción de los socialistas que confiaron en él en 2019, pero que ahora tenían dudas respecto a qué hacer en estas generales. Pero, lo que es más importante, consigue una parte nada desdeñable de personas que hace más de tres años se decantaron por las papeletas de la coalición Unidas Podemos o por Más País.
Aproximadamente un 17% de electores de Pablo Iglesias y entre un 20-25% de los de Íñigo Errejón ahora apostarían por el actual presidente del Gobierno. Al mismo tiempo, Sánchez estaría captando votos de formaciones nacionalistas (ERC y PNV principalmente). Aunque el conglomerado de partidos unido bajo el Movimiento Sumar de Yolanda Díaz mejora las perspectivas que las encuestas vaticinaban en los últimos meses a Unidas Podemos, en estos momentos no serían capaces de igualar la suma de los números que todos ellos cosecharon por separado en noviembre de 2019.
Los bloques mantienen las distancias
A menos de quince días para la cita con las urnas, las principales empresas de demoscopia presentan escenarios muy diferentes en sus estimaciones electorales. Del empate técnico en el que estarían PP y PSOE, según 40dB. (Prisa) a la mayoría absoluta clara de PP+Vox que dan los sondeos difundidos en ABC y El Mundo, donde los populares alcanzan o superan cotas de voto del 35%.
El promedio por bloques ideológicos del agregador, que sirve para ponderar y atenuar esas divergencias, refleja cómo las diferencias que separan a las formaciones del lado derecho del espectro ideológico y de la izquierda del arco parlamentario se mantienen en torno a seis puntos (llegó a ser de ocho tras las municipales y autonómicas del 28-M). Se quiebra así el equilibrio o empate de 2019. Sobre ese escenario, una mayoría absoluta de escaños para PP y Vox sigue siendo factible, aunque cada vez más justa.
CÓMO SE HIZO ESTA INFORMACIÓN El agregador de encuestas de Demócrata recopila los datos de 554 trabajos demoscópicos publicados desde 2019. El promedio de intención de voto para cada formación se estima a partir de un modelo que aplica a la información de cada encuesta tres factores de ponderación: tiempo, muestra y fiabilidad de la empresa encuestadora. Para el cálculo de cada uno de los promedios a lo largo del tiempo se utiliza una media móvil que incluye la información de los sondeos difundidos durante los 30 días anteriores. El peso de los estudios decae a medida que su trabajo de campo se aleja de la fecha de cálculo. Por otro lado, las encuestas también ganan o pierden peso en función del tamaño de la muestra. No se incluyen en ningún caso estudios con menos de 800 entrevistas, que no incluyan en su ficha técnica detalles como la fecha del trabajo de campo, el tamaño de la muestra o el método de entrevista, como tampoco se contemplan sondeos internos de formaciones políticas o difundidos en exclusiva por partidos. Por último, se introduce un tercer factor de corrección elaborado a partir de la fiabilidad que en el pasado han demostrado cada una de las empresas. Aunque una de las ventajas de promediar diferentes estudios de opinión es que de esa manera se diluyen o reducen los sesgos o efectos de los diferentes modelos de estimación de voto, el modelo de promedios de este diario rebaja el peso de aquellas encuestadoras con menor grado de acierto en las últimas generales. Para el caso del CIS, se han excluido las estimaciones de voto elaboradas por el organismo público dado su evidente sesgo. Sí se incluye desde junio una estimación de voto alternativa a la oficial hecha con los datos del estudio del centro de investigaciones, a partir del último modelo utilizado por el propio CIS antes de la designación de José Félix Tezanos como presidente. La agregación de intención de voto por bloques ideológicos se hace de la siguiente forma: a lo largo de la serie temporal, la izquierda incluye a PSOE, Unidas Podemos, Más País y, desde abril de 2023, a Podemos y Sumar. Por el lado de la derecha, se suman los datos de cada encuesta de PP, Vox, Cs y, cuando están disponibles, los de Navarra Suma/UPN.