Listas electorales al Congreso para el 23-J: muchas caras nuevas, unas pocas mujeres más y exdiputados que lo intentan por su cuenta

Demócrata analiza las candidaturas completas a la Cámara Baja, donde se registran tímidos avances en paridad. Los partidos con representación en el Congreso renuevan casi tres de cada cuatro caras, mientras que ex de Vox y Compromís presentan proyectos propios

Listas cremallera, es decir, alternancia de sexos en los puestos de las candidaturas electorales. Esa era una de las medidas para avanzar en la igualdad efectiva en el Legislativo previstas en la Ley Orgánica de representación paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, un proyecto de ley que el Gobierno aprobó en el último Consejo de Ministros antes de convocar elecciones generales. Con el adelanto electoral, el texto quedó en papel mojado.

Los números demuestran que pese a la introducción de cuotas de la Ley de Igualdad, en 2007, la proporción de parlamentarias en las Cortes sigue lejos de la paridad: un 44% de diputadas y un 40% de senadoras en la última legislatura. En ese sentido, las candidaturas registradas por las formaciones que concurren a las generales del próximo 23 de julio traen algunos avances: el 48,5% de los nombres para el Congreso en las listas provisionales publicadas ayer en el BOE eran de mujeres (un 44% en el caso del Senado), según los datos recopilados y analizados por Demócrata [Ver metodología al final de esta información]. Las cifras son algo más desalentadoras cuando se revisan al detalle los puestos reservados a cada sexo dentro de las planchas.

Una cabeza de lista más por partido

De las formaciones con representación en la Cámara Baja en la XIV Legislatura (2020-2023), casi todas registran un pequeño avance (en una unidad) en el número de cabezas de lista otorgados a féminas, a excepción de Sumar (en comparación con Unidas Podemos) y Junts, que se mueven en sentido contrario (una menos respecto a 2019). Entre las formaciones de ámbito nacional, el PP es el que tiene la mayor cuota (23 candidaturas, un 44%), seguido del PSOE y Sumar (ambos con un 42,3%). Ya lejos de ellos se encuentra Vox, que apenas deja poco más de un cuarto de los sitios para ellas (29%).

Los de Santiago Abascal se limitan al estricto cumplimiento de la legislación actual al respecto: que la presencia de integrantes de un mismo sexo no supere el 60% ni baje del 40% en cada tramo de cinco puestos. Es lo que queda reflejado cuando se amplía el foco a los conocidos como puestos de salida, aquellos que garantizan o con los que se tienen más probabilidades de conseguir el acta de parlamentario. En el caso de Vox, dentro del primer tramo (puestos del uno al cinco), las mujeres no son mayoría hasta la cuarta posición (casi dos tercios de esos huecos se los dejan a sus candidatas).

La importancia de los primeros puestos

Esa distribución impone una barrera de entrada considerable en un sistema electoral como el que rige para el Congreso de los Diputados, donde más de la mitad de las circunscripciones reparten cinco o menos escaños, por lo que conseguir más de dos representantes es imposible salvo para los principales partidos de cada territorio.

Las consecuencias de ese reparto de poder por parte de las élites de cada formación se dejan ver luego en los grupos parlamentarios: PSOE y Unidas Podemos, con listas cremallera para las últimas generales de 2019, tuvieron bancadas paritarias en el Cámara Baja en la legislatura (cuestión aparte es cómo se distribuyeron luego los roles y recursos).

Tomando de nuevo al conjunto de partidos con representación en el Congreso y sus candidaturas para el 23-J, ellos suman el 60% de los números uno, quedan por debajo de la mitad en las segundas posiciones y vuelven a estar por encima (56%) en los terceros puestos.

Plan renove en la Cámara Baja

Otro aspecto para analizar de la información conocida ayer por el BOE son las tasas de renovación en las planchas de cada partido, alrededor de tres cuartos (un 76,2%) en comparación con la convocatoria del 10 de noviembre de 2019 (10-N) para el conjunto de formaciones que tenían representación en el Congreso en la última legislatura.

Deteniendo el análisis una vez más en los primeros puestos, el PP es la formación que más novedades introduce. Solo repiten 12 de los 52 “primeros espadas” de la época de Pablo Casado, un 23%. No obstante, lo anterior no significa que el resto de los números uno sean nombres nuevos en las papeletas que estarán disponibles en los colegios electorales. Otros 12 cabezas de lista de los populares ya aparecían de alguna manera con Casado, bien en puestos inferiores o liderando alguna de las ternas de candidatos del Senado.

En las listas del 10-N para la Cámara Alta se encontraban los cabezas de cartel elegidos por el equipo de Alberto Núñez Feijóo para Melilla (Sofía Acedo), Segovia (Pablo Pérez Coronado), Huesca (Ana Isabel Alós), Guadalajara (Antonio Román) y Cantabria (Félix de las Cuevas). En total, un 46% de los nombres que encabezan a los populares ya estaban inscritos en 2019.

El PP llega al 23-J con alrededor de dos tercios (67%) de nuevas caras en comparación con hace tres años y medio. Circunscripciones como las de Badajoz y León han sido renovadas por completo, en contraste con Palencia, donde repiten los dos primeros (Milagros Marcos y Miguel Ángel Paniagua) a los que se suman la senadora María del Carmen  Fernández Caballero.

Los cambios socialistas

Entre los cabezas de lista del PSOE, un 44% (23 de ellos) repiten respecto al 10-N, si bien la cuota roza el 60% si se consideran a quienes ya aparecían en la anterior convocatoria con independencia de su puesto o cámara. Entre quienes suben en el escalafón están Alejandro Soler (del tres al uno en Alicante), Isabel García López (Badajoz), Manuel Arribas (Ávila), Daniel Senderos (Álava) o Juan Francisco Serrano (Jaén).

Desde el Senado llega el líder por Soria, Luis Alfonso Rey.  El concejal en el ayuntamiento de la capital soriana y expresidente de la diputación provincial accedió al escaño de senador desde la posición de suplente, en octubre de 2021, casi a mitad de legislatura. El otro salto desde la Cámara Alta lo protagoniza Hamed Mohamed, que deja de abanderar la candidatura de Ceuta al Senado para hacerlo en la del Congreso (de nuevo sin opciones).

En conjunto, el PSOE releva a algo más de siete de cada diez candidatos (71%) respecto a 2019, una cifra que se ha notado en numerosas federaciones provinciales. Así, los socialistas concurren con listas íntegramente nuevas en Albacete, Guadalajara, Islas Baleares (que deja sitio a la expresidenta autonómica Francina Armengol), La Rioja, Lugo (llega el expresidente de la diputación provincial y ex delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro), Ourense o Tarragona.

La sacudida se ha sentido también en plazas que reparten un número mayor de escaños como Cádiz (solo repite uno de los nueve, el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska) o Valencia, donde reaparecen dos sus 16 integrantes: el exministro de Transportes y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y Vicent Sarriá.

La revolución “silenciosa” de Vox

Pese a que es la formación en la que más cabezas de lista se mantienen intactos (el 52%), en Vox la tasa de renovación total alcanza a tres de cada cuatro de sus antiguos integrantes (un 75%). A excepción de Ceuta, donde en los últimos comicios se hicieron con el diputado que reparte la ciudad autónoma, todos los territorios presentan variaciones respecto al 10-N. En doce de ellos el lavado de caras ha sido íntegro, como en Badajoz, donde quedó fuera de forma sorpresiva Víctor Sánchez del Real, o en Málaga, que reparte once escaños.

El andamiaje de Sumar

Integrado por quince formaciones, el ensamblaje de las listas de Movimiento Sumar se ha hecho con no muchos nombres respecto a las últimas candidaturas que presentó en 2019 Unidas Podemos. Entre los cabezas de lista hay ocho que ya lo fueron entonces, como Javier Sánchez Serna (Murcia), Rafael Sánchez Rufo (Huelva), Alberto Rodríguez (S.C. de Tenerife), Pilar Garrido (Guipúzcoa), Txema Guijarro (Alicante), la propia Yolanda Díaz (pasa de Pontevedra a Madrid) o Martina Velarde (cambia Córdoba por Granada). Otras siete planchas están lideradas por gente que también concurrió con UP el 10-N.

Son casos como los de Barcelona (Aina Vidal) o de la provincia cordobesa, donde el elegido es Enrique Santiago (llega desde Madrid). Como curiosidad resaltar que el número dos tampoco es para un cordobés, sino para la exdiputada y exdirectora del Injuve, María Teresa Pérez, reubicada desde Alicante.

En total, en torno al 15% de quienes van con las siglas de Sumar lo hicieron con las de UP en 2019, según los datos extraídos y analizados por Demócrata.

La renovación catalana

Dentro de los partidos nacionalistas de Cataluña con representación en el Congreso, Junts ha decidido estrenar cartel en las cuatro circunscripciones. En Barcelona, Miriam Nogueras (asciende a cabeza de lista) y Pilar Calvo (segunda) son dos de los únicos tres nombres que repiten entre los diez primeros puestos respecto al 10-N. Las listas de Lleida y Girona son nuevas por completo y en Tarragona se mantiene una antigua integrante de seis: Montserrat Vilella (va tercera).

Por su parte, ERC mantiene a los números uno y dos por Girona y Tarragona, Montse Bassa y Joan Margall, y Jordi Salvador y Norma Pujol, respectivamente. El resto no aparecían en 2019. En Lleida, sale el todavía diputado Xavier Eritja y repite Inés Granollers (va segunda). Por Barcelona, Gabriel Rufián toma el relevo de Oriol Junqueras al frente de la candidatura, donde aterrizan Teresa Jordà y Francesc-Marc Álvaro como segunda y tercero.

Continuismo en el País Vasco

A excepción de en Guipúzcoa, el PNV mantiene a sus cabezas de lista. En esa provincia incorporan a una mujer (el 10-N no llevaban ninguna en un primer puesto), Maribel Vaquero, que deja el escaño en el Senado. Por parte de EH Bildu no hay novedades entre las cabezas de candidatura, tanto en la comunidad autonómica vasca como en Navarra.

Exdiputados con nuevos proyectos

El capítulo de curiosidades de las candidaturas al Congreso del 23-J deja el regreso de la exportavoz de Vox, Macarena Olona, que a falta de que las Juntas Electorales validen y proclamen las candidaturas definitivas (el próximo lunes, 26 de junio), ha registrado 24 listas de su recién creado partido, Caminando Juntos: 12 al Congreso y otras tantas al Senado, algunas en circunscripciones que reparten tres o cuatro escaños, como Palencia, Salamanca y Segovia. Olona no concurre por Madrid, sino que lo hace por Granada, provincia desde la que lideró la candidatura por Vox al Parlamento de Andalucía hace un año.

Le acompañan en su nuevo cometido excompañeros de filas como Antonio de Miguel Antón (en listas de Vox por Guadalajara en 2019), María José Guirao (que fue por Badajoz y ahora aparece en Sevilla) o María José Sañudo (exsuplente de Vox al Senado por Alicante que repite circunscripción).

Precisamente en las listas de Granada, en las del Partido por un Mundo Más Justo (PUM+J), aparece Augustine Ndour Ndong, autor de una de  las Iniciativas Legislativas Populares (ILP) que esta legislatura lograron alcanzar el medio millón de firmas exigido para poder defenderlas en el Congreso. Ndour, de origen senegalés y que va de suplente al Senado, fue el candidato a La Moncloa del PUM+J en 2016. Desde hace años lidera un movimiento que aboga por una regularización extraordinaria de extranjeros en España, objeto de su ILP, una iniciativa cuyo debate de toma en consideración no llegó a celebrarse y que queda pendiente para la nueva legislatura.

Como Olona, otro exdiputado que aspira a volver al Pleno del Congreso bajo otras siglas es Enric Bataller, elegido diputado por Valencia dentro de la coalición Compromís-Podemos en la XI y XII Legislatura (2016-2019). Bataller encabeza la coalición Estat Valenciá del Benestar, bajo la que concurre su formación, Via Mediterrània, de corte nacionalista.

La diáspora naranja

A pesar de que la dirección de Ciudadanos decidió no presentarse a las elecciones generales del 23-J, en las candidaturas provisionales quedan muchas trazas de la formación naranja. En el PP han recalado Nacho Martín Blanco (cabeza de lista por Barcelona) y Aurora Nacarino-Bravo (exdiputada por Burgos que ahora acompaña a Feijóo en Madrid). También desde Barcelona llega Carina Mejías, cuarta por la provincia catalana en 2019 que va en puesto de salida con Vox para el 23-J: segundo lugar.

En diferentes formaciones regionales reaparecen otros muchos ex de Ciudadanos. Cristian Poblador, antiguo número cinco por Zaragoza, será segundo el 23-J por el Partido Aragonés (PAR). Bajo esas mismas siglas, pero al Senado, va Alfonso Palmero, en Teruel.

Por la provincia turolense aparece Joaquín Moreno Latorre, suplente en la lista al Congreso de Teruel Existe. Y así se podrían enumerar casos de candidatos que el 10-N iban con Cs y esta vez completan listas de Por Ávila, Vox, el PP, Zamora Sí o Por Huelva (XH).

ASÍ SE HIZO ESTA INFORMACIÓN

Para la elaboración de este trabajo se han utilizado las listas electorales proclamadas para las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 (10-N) y las listas provisionales para los comicios del próximo 23 de julio. En ambos casos, la fuente es el BOE. De los dos archivos PDF se han extraído las relaciones completas de listas presentadas tanto al Congreso de los Diputados como al Senado y se han estructurado para crear registros con la circunscripción, la cámara, el nombre del candidato, la posición que ocupa dentro de la candidatura, si es o no un puesto de suplente y el sexo.

Para la información de sexo se han utilizado trabajos previos de clasificación de nombres, así como listados de nombres más frecuentes y sexos del INE. Los datos de sexo se ha completado con el dataset generado por Civio, con el que también se ha cotejado el trabajo propio para la identificación de nombres por sexo.

El cruce de datos (candidatos) por convocatorias se ha hecho mediante programación, con varias iteraciones y diferentes umbrales de coincidencia para identificar qué nombres repetían en el 10-N y en el 23-J. Las coincidencias se han sometido a un proceso de doble verificación por el que se ha considerado de forma automática que una persona repetía en listas si coincidían al 100% los nombres (o con mínimas diferencias, la circunscripción era la misma y las siglas por las que concurría también eran iguales. En los casos en los que no han coincidido alguno de los tres atributos, se ha sometido a un proceso de revisión manual (más de 370 casos).
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