La asociación de las principales empresas eléctricas, Aelec, ha expresado su descontento con la reciente metodología retributiva de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), señalando que, a pesar de “incorporar mejoras, mantiene problemas estructurales de la anterior propuesta”.
Desde su perspectiva, es crucial desarrollar un marco regulatorio que promueva las inversiones necesarias para una red eléctrica robusta que apoye la descarbonización y una industria sólida en España. Aelec ha indicado que “aunque se valoran ciertos avances puntuales, el enfoque general sigue sin estar alineado con los objetivos de electrificación del país”.
RECONOCIMIENTO PARCIAL DE INVERSIONES “CLAVE”
Aelec ha destacado que la propuesta actual podría restringir el cumplimiento de las inversiones necesarias, señaladas en el reciente Real Decreto que aumenta el límite de inversión para las empresas distribuidoras. Sin embargo, valoran positivamente la inclusión de ciertas inversiones esenciales relacionadas con la digitalización.
La asociación también ha aplaudido la nueva transparencia y simplificación en el cálculo de los parámetros para el reconocimiento de las inversiones. No obstante, critican que el modelo propuesto por la CNMC limita las inversiones esenciales para el desarrollo de la red y la electrificación industrial, incluso cuando estas han sido autorizadas por el Ministerio.
Aelec ha subrayado que la propuesta de la CNMC establece un límite de retribución de 233 euros por kilovatio (kW), “equivalente a apenas el 60% del coste medio real de conexión actual”, lo que dificulta la conexión de zonas industriales y urbanas, nuevas viviendas y puntos de recarga cuando los costes exceden esa cifra.
La organización ha enfatizado la necesidad de coherencia para reducir la incertidumbre regulatoria y ha criticado la falta de coherencia entre la propuesta de Real Decreto y la de la CNMC, que afecta negativamente la planificación de infraestructuras con criterios contradictorios. Además, Aelec ha señalado que el nivel de exigencia en eficiencia operativa propuesto es “desmesurado”, comprometiendo la cadena de valor, los empleos y la calidad del servicio.