Alcoa ha decidido no asistir a la mediación solicitada por el comité de empresa de la planta de San Cibrao, en el municipio lucense de Cervo, al considerar que no procede abordar por esa vía el «incumplimiento» del acuerdo de viabilidad. «Creo que es un hecho que puede ver cualquier persona, dado que en ninguno de los ámbitos firmados la empresa ha cumplido», afirma el representante de los trabajadores, José Antonio Zan.
El presidente del comité va más allá y sostiene que «lo que es peor todavía es que el Gobierno siga siendo, desconocemos por qué oscuras razones, rehén de Alcoa», según recoge en unas declaraciones remitidas a los medios de comunicación.
Desde el comité se reprocha a la multinacional una actitud de «mala fe más que manifiesta, porque ya ni siquiera se atreve ir a un mediador para que les saque los colores y les diga que tiene que cumplir con lo que tienen firmado». A su entender, la compañía está deteriorando de forma grave la relación con la plantilla y deteriorando la confianza en el futuro del complejo industrial.
En este contexto, la representación de los trabajadores califica de «vergonzoso» que la compañía «se atreva a salir diciendo que apoya a los trabajadores y les da las gracias y al mismo tiempo les esté perjudicando en fechas navideñas cambiándoles los acuerdos que había históricos para que pudieran disfrutar parte de ellos en sus casas en fechas como el 24 y el 31 de diciembre». Denuncian que la modificación de estos turnos tradicionales supone un golpe adicional para las familias en un momento especialmente sensible del año.
El comité sostiene, además, que la dirección está «incluso perjudicando la salud mental de los trabajadores en temas tan graves como haberlos cambiado de departamento y ahora contratar ETT para que hagan sus trabajos sin permitir que vuelvan a su departamento de origen, que es lo que quieren todos». Aseguran que estos movimientos internos, sumados a la entrada de personal de empresas de trabajo temporal, generan una gran incertidumbre y malestar en la plantilla.
Postura oficial de la compañía
Por otro lado, la empresa comunicó a los trabajadores, a través de sus canales internos, que había respondido al Consello Galego de Relacións Laborais (AGA) rechazando participar «en este momento» en la mediación planteada en torno a las reclamaciones del comité sobre el acuerdo de viabilidad. Según esa notificación, Alcoa entiende que el procedimiento más adecuado para abordar la situación actual pasa por mantener su hoja de ruta industrial.
En esa comunicación, la compañía subrayó que «la empresa sigue considerando que la mejor manera de respaldar la viabilidad de San Cibrao es continuar avanzando en la operación segura y eficiente del complejo». La dirección insiste en que su prioridad es asegurar la continuidad de la planta a través de la mejora de los procesos y de las inversiones ya comprometidas.
De acuerdo con la versión de la empresa, este enfoque «incluye centrarse en el trabajo en curso para completar el rearranque de las cubas de electrólisis, de las cuales más de 290 están en operación hasta el momento; continuar con las obras para ampliar la capacidad del DBR a 104m; seguir asegurando las autorizaciones para el permiso de la cota 110m, y todo ello suponiendo un esfuerzo financiero muy importante por parte de la compañía». Alcoa recalca que estas actuaciones forman parte del plan que considera imprescindible para garantizar el futuro de San Cibrao.
En el mismo mensaje interno, la multinacional reiteró su «reconocimiento a cada uno de los trabajadores y trabajadoras de San Cibrao por el compromiso con la seguridad y la eficacia que demuestran cada día en su trabajo». La empresa sostiene que este compromiso de la plantilla es clave para avanzar en la ejecución del acuerdo de viabilidad y en la recuperación plena de la actividad industrial en la planta lucense.











