Amundi refuerza su compromiso con el sector tecnológico, aconsejando expandir las inversiones en empresas vinculadas a la energía eléctrica, la computación y los materiales esenciales para superar obstáculos físicos, además de apostar por una mezcla de temas defensivos y cíclicos, según sus últimas proyecciones de inversión global para 2026.
En este contexto, Amundi proyecta una moderación del crecimiento económico mundial para el próximo año, aunque se mantendrá robusto, mostrándose así “moderadamente favorable” al riesgo. La compañía considera que la economía global está en un periodo de transición y no de ralentización, respaldada por la innovación y el soporte de las políticas económicas.
“La ola tecnológica está redefiniendo un mundo multipolar en el que los riesgos geopolíticos y de inflación se han vuelto más estructurales. Esto se suma a las preocupaciones derivadas de las vulnerabilidades fiscales y excesos de valoración, pero la inversión de capital impulsada por la IA, los cambios en política industrial y la relajación monetaria deberían sostener la actividad y mantener el ciclo”, sostiene.
En cuanto a las expectativas económicas, Amundi anticipa que el PIB global crecerá un 3,0% en 2026 y un 3,1% en 2027, mientras que la economía de los Estados Unidos verá una leve desaceleración antes de recuperarse hasta el 1,9% en 2026 y el 2,0% en 2027. En Europa, se espera un crecimiento del 0,9% en 2026, recuperándose hasta el 1,3% en 2027, dependiendo en gran medida de la demanda interna y el apoyo de la política monetaria.
Amundi también destaca la importancia de diversificar las inversiones en un contexto que describe como una “era de desorden controlado”, optando por estrategias que incluyen la inversión en renta fija de calidad y la cautela ante la deuda de alta rentabilidad de EE.UU. y Japón. En renta variable, favorece una mayor exposición a sectores tecnológicos y geografías estratégicas, así como una asignación aumentada a rentas alternativas y coberturas contra la inflación.











