En 2026, se espera que las pensiones contributivas experimenten un incremento del 2,7%, según la metodología de actualización estipulada en la Ley de reforma de pensiones. Esta ley utiliza como referencia el Índice de Precios al Consumo (IPC) interanual medio de los doce meses anteriores, desde diciembre del año previo hasta noviembre del año en curso.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado recientemente que el IPC de noviembre alcanzó el 3%, permitiendo estimar que la media de los doce meses anteriores se sitúa en el 2,66%. Por tanto, tanto las pensiones contributivas como las de clases pasivas se ajustarán al alza aproximadamente un 2,7% el próximo año. En comparación, la revalorización fue del 2,8% este año debido a un IPC medio superior, mientras que en 2024 fue del 3,8% y en 2023 alcanzó el 8,5%.
Se confirmará el aumento definitivo una vez que el INE publique el dato final del IPC de noviembre el próximo 12 de diciembre. Este ajuste beneficiará a los 9,4 millones de beneficiarios de más de 10,3 millones de pensiones contributivas y a quienes perciben pensiones del Régimen de Clases Pasivas del Estado.
SUBIDA DE LAS BASES MÁXIMAS Y DE LA PENSIÓN MÁXIMA
Con la reforma de pensiones impulsada por José Luis Escrivá, las bases máximas de cotización y las pensiones máximas se actualizarán anualmente según el IPC. Para 2026, la base máxima aumentará un 3,9%, sumando al IPC un incremento fijo de 1,2 puntos, alcanzando así los 5.101 euros mensuales. Simultáneamente, la pensión máxima se ajustará al IPC más un añadido del 0,115%, situándose en 3.359,6 euros mensuales distribuidos en catorce pagas.
Desde la entrada en vigor de la Ley 20/2021, las pensiones ajustan su valor cada año para preservar el poder adquisitivo de los pensionistas, siguiendo las directrices del Pacto de Toledo.
LAS PENSIONES MÍNIMAS Y NO CONTRIBUTIVAS SUBIRÁN POR ENCIMA DEL IPC
La reforma también prevé mejoras para las pensiones no contributivas, ajustándolas al umbral mínimo de pobreza. Este año, estas pensiones aumentaron un 6% y un 9%, superando el incremento de las pensiones contributivas, que fue del 2,8%. Además, se prevé un incremento adicional en las pensiones no contributivas para 2026, reduciendo la brecha con el umbral de riesgo de pobreza en un 20%.











