Alberto Ríos, director general de Conducta Financiera y Billetes del Banco de España, ha adoptado una actitud ‘prudente’ respecto al impacto que podría generar el veredicto del Tribunal Supremo sobre las obligaciones de las entidades financieras en casos de fraude por ‘phising’.
La decisión judicial del 9 de abril concluyó a favor de un consumidor, responsabilizando al banco por un robo sucedido mediante ‘phising’, es decir, la falsificación de la identidad del banco mediante tecnologías de la información, y ordenó la devolución de las cantidades robadas al afectado.
En este fallo, se subrayó que la legislación europea dicta que el usuario sólo es responsable cuando ha incumplido de manera deliberada o por negligencia grave sus deberes.
Durante la presentación del Informe de Reclamaciones de 2024, Ríos comentó sobre esta sentencia, destacando que es la primera de su tipo referente a la normativa de medios de pago y enfatizó que la lucha contra el fraude es una prioridad para el Banco de España, especialmente con la emergencia de técnicas que incorporan Inteligencia Artificial para perpetrar estafas.
Explicó que se están promoviendo ‘importantes cambios y mejoras’ en la normativa de pagos y que se están dando directrices a bancos y empresas de comunicaciones para prevenir este tipo de fraudes. Además, el Banco de España está mejorando sus sistemas, incluso con la integración de IA, para fortalecer la detección precoz de fraudes y ha incluido estos fallos judiciales en su manual de buenas prácticas, actualizado recientemente.
A pesar de estas medidas, Ríos resaltó las ‘mejoras’ observadas en los bancos en cuanto a la prevención de fraudes, mencionando alianzas estratégicas y campañas de sensibilización. También mencionó la necesidad de balancear la protección al consumidor con la usabilidad y rapidez de los servicios de pago.