El Banco de España ha estimado un incremento del 2% en el Producto Interno Bruto de los países de América Latina y el Caribe para el año 2026, una cifra que refleja una ralentización económica debido a la incertidumbre global y el efecto de algunas políticas de Estados Unidos, incluidas las migratorias y arancelarias.
Este pronóstico se desprende del ‘Informe de Economía Latinoamericana’ del segundo semestre de 2025, que también resalta una disminución en las remesas provenientes de Estados Unidos y su impacto en dichas naciones.
La mayoría de las economías de la región alcanzaron un crecimiento cercano al 2,5% en los primeros seis meses de 2025, acorde a las expectativas del año, gracias a la fortaleza del mercado laboral y una política monetaria que, aunque restrictiva, ha exhibido cierta flexibilización en algunos países.
Los riesgos externos incluyen la incertidumbre sobre la política económica de Estados Unidos, la debilidad de la economía china y la inestabilidad de los precios de las materias primas. A nivel interno, la ambigüedad en las políticas económicas y la limitada capacidad de respuesta fiscal en algunos países “podrían limitar el crecimiento”.
En cuanto a la inflación, esta se mantuvo en un promedio del 4,3% interanual en las cinco principales economías de la región durante la primera mitad del año, aunque con variaciones entre los países: todos experimentaron descensos excepto Brasil.
La mayoría de los bancos centrales de América Latina, con la excepción de Brasil, están en un proceso de relajación monetaria, aunque en algunas economías no se prevé que la inflación alcance los objetivos anuales.
REMESAS
El endurecimiento de la política migratoria estadounidense ha generado una reducción de un millón de trabajadores extranjeros en el primer semestre, afectando especialmente a mexicanos y centroamericanos en términos de consumo e inclusión financiera.
En Centroamérica y República Dominicana, las remesas aumentaron un 18,5% interanual hasta agosto debido al adelanto de envíos por el temor a deportaciones, mientras que en México hubo un descenso del 5,8% hasta ese mismo mes.
A partir del 1 de enero de 2026, Estados Unidos aplicará un impuesto del 1% a las remesas, lo cual, según el Banco de España, “el nuevo impuesto estadounidense a las remesas en efectivo podría tener un impacto limitado en el corto plazo, al tiempo que destaca la importancia de promover canales formales y potenciar la bancarización para mitigar vulnerabilidades”.
En México, las remesas representan el 3,5% del PIB y son esenciales para facilitar el acceso al crédito y reducir la morosidad. “La previsión del organismo es que la inflación se modere en Brasil, Chile y Colombia en el corto plazo, pero en México y en Perú este dato todavía podría aumentar”, indica el informe.
MÉXICO Y ARGENTINA
México podría ser el más perjudicado de las principales economías de la región por la imposición de aranceles estadounidenses a sus exportaciones, “con una caída acumulada más intensa de la actividad económica después de tres años y un aumento más pronunciado de la inflación” debido a su mayor exposición a Estados Unidos.
Argentina experimentó una desaceleración económica en el primer semestre tras un fuerte crecimiento en la segunda mitad de 2024 y una disminución de la inflación hasta el 1,9% mensual en agosto. El Banco de España califica de “preocupante” la falta de acumulación de reservas en Argentina por el deterioro del saldo por cuenta corriente, aunque el balance del sector público no es negativo, lo que “podría mitigar los riesgos para la sostenibilidad externa”.














