Brookfield Asset Management, conglomerado financiero de origen canadiense, ha anunciado la disolución y liquidación de su filial Rutas de Lima, especializada en autopistas de peaje. Esta decisión se produce tras una reducción de los ingresos de más del 60% en los últimos tiempos, resultado de ‘una serie de medidas arbitrarias y abusivas’ implementadas por las autoridades peruanas, de acuerdo con un comunicado de la propia empresa.
‘La serie de injustas y arbitrarias medidas del Estado peruano ha destruido la viabilidad financiera de Rutas de Lima’, afirma el comunicado. Esta situación se debe principalmente a dos fallos del Tribunal Constitucional del Perú que suprimieron el cobro de peajes en la Unidad de Peaje Chillón y en la estación de peaje de Conchán.
El comunicado también revela que el gobierno peruano ha rechazado ‘el repudio expreso de laudos arbitrales internacionales’, que habían sido confirmados por la justicia federal estadounidense y que están valorados en más de 700 millones de soles peruanos (172 millones de euros).
Además, Brookfield denuncia una ‘continua campaña de hostigamiento y difamación’ por parte del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, y otras autoridades, tanto en medios de comunicación como en redes sociales. López Aliaga, quien prometió eliminar los peajes al asumir el cargo, califica estos cobros como manifestaciones de corrupción.
En respuesta a estas acciones, Brookfield ha iniciado un arbitraje internacional bajo el amparo del Tratado de Libre Comercio entre Perú y Canadá ‘y se reserva todos sus derechos con relación a las violaciones continuas del Estado y la destrucción de su inversión’. La empresa valora las autopistas en 2.700 millones de dólares (2.303 millones de euros), cantidad que ahora exige al Perú en este arbitraje.
Brookfield adquirió una mayoría en Rutas de Lima en 2016 por 430 millones de dólares (366 millones de euros) de manos del grupo brasileño Odebrecht, que retiene una participación minoritaria y que posteriormente se vio implicado en escándalos de corrupción en América Latina. A pesar de las acusaciones de corrupción, Rutas de Lima ha logrado ganar 200 millones de dólares (170 millones de euros) en arbitrajes, aunque estos pagos aún están pendientes.