El Club de Exportadores e Inversores Españoles ha insistido en la conveniencia de ampliar y diversificar tanto los mercados como las alianzas comerciales, promoviendo la entrada en nuevos destinos de exportación, entre ellos Mercosur o países asiáticos como India e Indonesia, y consolidando los acuerdos ya vigentes con México, Canadá, Japón o Corea.
La organización ha difundido una nueva nota técnica, elaborada por Rafael Pampillón Olmedo, catedrático de la Universidad CEU San Pablo y de IE University, en la que se examinan las implicaciones del acuerdo comercial cerrado el pasado mes de julio entre Estados Unidos y la Unión Europea.
En este documento se señala que el entendimiento ha devuelto cierta estabilidad a las relaciones transatlánticas tras una etapa marcada por tensiones arancelarias, si bien ello se produce a costa de un coste relevante para la competitividad exterior de las empresas europeas.
Según el análisis, el efecto agregado para la economía española será limitado, dado que únicamente en torno al 5% de las ventas españolas de bienes al exterior tienen como destino Estados Unidos, una de las cuotas más reducidas entre los socios comunitarios.
España presenta, además, una configuración comercial singular con EEUU: suele registrar déficit en el intercambio de mercancías, pero mantiene superávit en la balanza de servicios, muy apoyado en el turismo. “A los servicios no se les pueden poner aranceles”, ha recordado Pampillón, de modo que esta vía de ingresos continuará actuando como colchón frente al posible impacto adverso.
Pese a ello, el acuerdo sí introduce puntos de vulnerabilidad en ramas productivas relevantes, como la automoción, el aceite de oliva o el vino. “El nuevo marco comercial introduce desafíos en sectores donde España compite directamente con países que mantienen aranceles más bajos, como Marruecos o Turquía”, ha subrayado Pampillón.
Asimismo, el compromiso asumido por la Unión Europea de incrementar las compras de gas y petróleo procedentes de Estados Unidos podría contribuir a mantener elevados los costes energéticos, lo que añadiría presión sobre la inflación en las economías europeas.
Recomendaciones del informe: diversificar, reforzar la competitividad y aprovechar oportunidades
La nota técnica plantea varias líneas de actuación para encarar este nuevo contexto. En primer término, vuelve a poner el foco en la necesidad de diversificar mercados y alianzas comerciales, promoviendo la apertura de nuevos destinos de exportación, como Mercosur o países asiáticos como India e Indonesia, y fortaleciendo los acuerdos ya existentes con México, Canadá, Japón o Corea.
El documento también subraya la conveniencia de articular apoyos específicos para los sectores potencialmente más perjudicados, como el agroalimentario, el automóvil o el químico, que podrían requerir medidas de acompañamiento. Al mismo tiempo, recalca que el refuerzo de la competitividad será determinante: la innovación, la calidad y la diferenciación se consideran factores esenciales para que los consumidores estadounidenses sigan optando por productos españoles pese al encarecimiento de los costes.
Por último, el estudio apunta que la supresión de aranceles europeos a los bienes industriales procedentes de Estados Unidos abre la posibilidad de aprovechar nuevas oportunidades de negocio, facilitando la importación de maquinaria, equipos y componentes a precios más ajustados y ofreciendo margen para renegociar contratos o diversificar la base de proveedores.











