En 2024, el déficit mundial en cobertura de seguros experimentó un aumento del 2,1%, alcanzando la cifra de casi 9 billones de dólares (7,8 billones de euros), según un estudio reciente de Mapfre Economics publicado este jueves.
Este aumento se calculó a partir de la diferencia entre la cobertura de seguros que se considera ‘económicamente necesaria y beneficiosa’ para la sociedad y el nivel de cobertura efectivamente contratado. Esta brecha representa el 8,1% del PIB global.
La mayor parte de esta insuficiencia se encuentra en las economías emergentes, que acumulan el 78,5% del total. Desde Mapfre, se subraya la escasa protección en estos países, aunque también se resalta su ‘enorme potencial’ de crecimiento.
‘En los mercados desarrollados, la madurez del sector limita el margen de expansión, lo que obliga a innovar en productos y canales para mantener el crecimiento. En los países emergentes, la prioridad es reducir la brecha aseguradora mediante políticas públicas de inclusión financiera, digitalización y fortalecimiento institucional’, explicó Manuel Aguilera, director general de Mapfre Economics.
Por segmentos, al finalizar 2024, el 69,9% de la brecha de protección se concentraba en seguros de Vida, frente al 30,1% en seguros de No Vida.
La tendencia histórica muestra disparidades al cruzar ramos y regiones; en seguros de Vida, la participación de los países emergentes en la brecha global ha bajado del 78,9% en 1990 al 73,8% en 2024. En cambio, en el ramo de No Vida, ha aumentado del 85,4% al 89,4% durante el mismo período.
‘Esta dinámica refleja una mayor consolidación del aseguramiento personal en economías desarrolladas, mientras que el aseguramiento patrimonial sigue mostrando una fuerte concentración en países en desarrollo’, añadió Aguilera.










