Fedea ha expresado su valoración sobre la promesa de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de implementar un nuevo sistema de financiación autonómica que persigue una distribución de recursos más equitativa. No obstante, ha señalado una serie de preocupaciones, incluyendo que el sistema propuesto podría perpetuar los actuales problemas de disciplina fiscal.
El análisis, elaborado por el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, indica que es prematuro emitir un juicio definitivo hasta no conocer todos los detalles de la propuesta, pero ya ha adelantado algunas reflexiones críticas.
De la Fuente ha mencionado que la propuesta del Gobierno podría no ser un buen punto de partida para una reforma del sistema de financiación autonómica que beneficie al interés general del país. Ha sugerido la necesidad de un gran pacto entre PSOE y PP como alternativa a las propuestas de ERC y el PSC, que respete las reivindicaciones legítimas sin comprometer principios fundamentales como la solidaridad y la autonomía de la administración central.
EFECTOS POSITIVOS: LA REVISIÓN DE ENTREGAS A CUENTA
Desde una perspectiva positiva, Fedea ve con buenos ojos la revisión del sistema de entregas a cuenta y liquidaciones, que podría mejorar la rendición de cuentas y la responsabilidad fiscal autonómica.
«Más importante aún es el compromiso de avanzar hacia un reparto más equitativo de recursos, reduciendo las importantes diferencias de financiación homogénea por habitante ajustado que constituyen uno de los mayores problemas del SFA, si bien aquí se echa en falta alguna indicación de esto debería extenderse también a las comunidades forales», señala el informe.
LISTADO DE ASPECTOS NEGATIVOS «MÁS LARGO»
Ángel de la Fuente ha expresado su principal preocupación sobre los daños ya ocasionados por el acuerdo con ERC, que considera irreversibles a corto plazo y que podrían reavivarse bajo circunstancias más favorables en el futuro.
Fedea también critica la tendencia de avanzar hacia un sistema de gestión tributaria descentralizado que podría fraccionar el principio de caja única, complicando la situación fiscal del Estado. Además, advierte sobre los potenciales costes y pérdidas de eficiencia que implicaría redistribuir funciones de la AEAT entre administraciones menos experimentadas y coordinadas.
Finalmente, el informe de Fedea cuestiona la propuesta de inyectar recursos adicionales al sistema de financiación sin un claro método de financiación, lo que podría exacerbar los problemas de falta de incentivos para mantener disciplina fiscal entre las comunidades autónomas.











