Ante el creciente desafío que representan las restricciones al comercio global, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sugiere que España debe «acelerar las reformas estructurales internas» para mejorar la productividad y promover una mayor diversificación en los productos y mercados de exportación.
Según el ‘Informe del Sector Exterior’ del FMI, se prevé que la posición externa de España se fortalezca para 2024, superando las expectativas basadas en fundamentos a medio plazo y políticas óptimas. A pesar de que la posición negativa de la inversión internacional neta (NIIP) sigue reduciéndose, es crucial mantener superávits significativos en la cuenta corriente en los años venideros para continuar esta tendencia positiva.
El saldo por cuenta corriente de España probablemente excederá lo usual a corto plazo, pero el FMI anticipa que esta diferencia positiva disminuirá conforme se estabilicen los flujos turísticos y las importaciones no energéticas se recuperen con el aumento de la demanda interna y el ahorro privado se ajuste a niveles anteriores a la pandemia.
El FMI recalca la importancia de evitar políticas que puedan desviar al país de esta proyección favorable, incluyendo aquellas que podrían debilitar la competitividad. Además, sugiere que una política equilibrada entre ahorro e inversión podría apoyar de mejor manera el crecimiento económico y la estabilidad fiscal, ayudando a «reconstruir el margen fiscal y aumentar el ahorro agregado».
A pesar de las mejoras anticipadas, el Fondo advierte sobre la vulnerabilidad de España debido a una posición de inversión internacional neta «aún muy negativa», que está expuesta a la necesidad de financiación sustancial y a los posibles impactos negativos de la volatilidad financiera global y las respuestas políticas.
Como medidas mitigadoras, el FMI destaca los plazos de vencimiento relativamente largos de la deuda soberana de España, con un promedio de casi ocho años, y un bajo porcentaje de deuda en moneda extranjera (11,4% del total de la deuda externa).
TENSIONES COMERCIALES
Para enfrentar los riesgos derivados del incremento de restricciones comerciales, el FMI aconseja a España intensificar las reformas estructurales que potencien la productividad y faciliten la diversificación de productos y destinos de exportación. Estas reformas incluyen esfuerzos para completar el mercado único español, fomentar la innovación, mejorar la educación y disminuir la dependencia energética.
Estos avances deben ser complementados con políticas que promuevan la reasignación de trabajadores entre sectores y proporcionen una red de seguridad social adecuada, según añade el FMI.
Asimismo, el apoyo fiscal a empresas y sectores impactados por restricciones comerciales «debería ser temporal y con objetivos específicos», abordando las externalidades o fallos de mercado que puedan bloquear soluciones eficientes. Este enfoque debería también aplicarse a las políticas industriales, coordinándose a nivel de la UE y evitando favorecer a los productores nacionales frente a las importaciones para minimizar distorsiones comerciales y de inversión.














