El volumen de operaciones fraudulentas efectuadas mediante los principales instrumentos de pago en el Espacio Económico Europeo (EEE) —incluidas transferencias, domiciliaciones, pagos con tarjeta, retiradas de efectivo y movimientos de dinero electrónico— alcanzó en 2024 los 4.200 millones de euros, de acuerdo con un estudio conjunto del Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
El importe total del fraude comunicado en 2024 a través de estos instrumentos representa un aumento cercano al 20% frente a los 3.500 millones de euros registrados en 2023 y los 3.400 millones de 2022. No obstante, ambas instituciones subrayan que la tasa de fraude sobre el valor global de las operaciones se mantuvo estable alrededor del 0,002%.
En términos absolutos, el montante de las transferencias de crédito fraudulentas se situó en 2.516 millones de euros, lo que supone un repunte del 24% respecto a 2023, con una tasa de fraude del 0,001%. Por su parte, las estafas ligadas a tarjetas emitidas en la UE/EEE sumaron 1.294 millones, un 4% más que el ejercicio anterior, con una tasa de fraude del 0,033%.
Asimismo, la combinación de las domiciliaciones fraudulentas (112 millones), las sustracciones irregulares en cajeros (135,7 millones) y las operaciones con dinero electrónico (102 millones) rozó en conjunto los 350 millones de euros en 2024, lo que implica un incremento interanual del 26%.
El BCE puntualiza que estas cifras agregadas pueden estar condicionadas por los distintos límites de gasto asociados a cada medio de pago. En general, los topes suelen ser más reducidos en el caso de las tarjetas y más elevados en las transferencias, lo que repercute en el importe potencialmente expuesto al fraude por cada operación.
En cualquier caso, considerando el conjunto de instrumentos de pago, la tasa anual de fraude “se mantuvo estable y baja” en el periodo 2022-2024, en torno al 0,002% del valor total de las transacciones.
En detalle, las tasas anuales de fraude para transferencias de crédito, domiciliaciones y retiradas de efectivo se situaron en el 0,001%, 0,001% y 0,010%, respectivamente, todas ellas por debajo de las observadas en 2024 para los pagos con tarjeta (0,033%) y el dinero electrónico (0,018%).
Según el informe, la reducida tasa de fraude en las transferencias se explica por el elevado importe medio de este tipo de operaciones y por un uso más intensivo de la autenticación reforzada de cliente (SCA, por sus siglas en inglés).
De este modo, las operaciones verificadas mediante SCA resultaron, en general, menos vulnerables al fraude que el resto, especialmente en el ámbito de las tarjetas. En este segmento, el BCE resalta que el fraude fue 17 veces superior cuando el comercio o receptor del pago estaba ubicado fuera del EEE, donde la SCA no es un requisito legal y, en muchos casos, no se aplica.
Si se observan los volúmenes, el número de operaciones fraudulentas notificadas para todos los instrumentos de pago aumentó en algo más de 1,8 millones en 2024 respecto al año anterior, lo que supone un avance del 10% interanual, hasta un total de 19,6 millones de transacciones.
Las estafas con tarjeta concentraron el mayor número de operaciones fraudulentas, con 17,06 millones de cargos irregulares sobre un volumen total de más de 111 millones de pagos con tarjeta. Este patrón sugiere que los delincuentes se centran en operaciones de bajo importe en las que, con frecuencia, no se aplica la SCA.
En consecuencia, la tasa anual de fraude sobre el número de operaciones con tarjeta se situó en el 0,015% del total de pagos con tarjeta en 2024, prácticamente igual que en 2023.
“El informe confirma el impacto beneficioso de los requisitos de la SCA que se introdujeron en virtud de la Directiva revisada de servicios de pago de la UE (PSD2) en 2020 y las normas técnicas de apoyo emitidas por la EBA, en estrecha cooperación con el BCE, en 2018”, señalan las instituciones, que advierten de que “están surgiendo nuevos tipos de fraude”, a menudo dirigidos a operaciones que se benefician de una exención de la SCA o que manipulan a usuarios legítimos para que autentiquen transacciones fraudulentas.
España concentra el 7,6% del fraude en el EEE
En el caso de España, el documento detalla que el valor total del fraude con medios de pago comunicado en 2024 superó los 318 millones de euros, lo que equivale aproximadamente al 7,6% de los 4.200 millones detectados en el conjunto del Espacio Económico Europeo.
De ese importe, las transferencias fraudulentas sumaron 153 millones de euros, con una tasa en línea con la media europea, del 0,001%. El fraude en pagos con tarjeta ascendió a unos 141 millones, con una tasa del 0,038%, ligeramente por encima del 0,033% del promedio del EEE.
En cuanto a las retiradas de efectivo, el fraude alcanzó unos 17,4 millones de euros, con una tasa del 0,014%, frente al 0,010% de media europea. En domiciliaciones, el importe defraudado superó los 4 millones, con una tasa del 0,001% sobre el total de este tipo de pagos, en línea con el conjunto del EEE. En operaciones con dinero electrónico, las transacciones fraudulentas se situaron en 2,8 millones de euros, con una tasa del 0,019%, frente al 0,018% europeo.
Entre las principales economías de la zona euro, el fraude con medios de pago notificado en Alemania rondó los 700 millones de euros, el 16,7% del total. En Francia alcanzó unos 910 millones, el 21,7%, mientras que en Italia representó el 6,6%, con casi 280 millones de euros.











