El sindicato Gestha ha comunicado que se han establecido los cimientos para un sistema tributario de tipo federal a raíz del convenio firmado entre el gobierno central y la Generalitat de Cataluña referente a la financiación exclusiva de esta comunidad.
Gestha ha expresado en un comunicado que el modelo de administración fiscal federal surge de la iniciativa de la ministra de Hacienda para que todas las comunidades autónomas de régimen común alcancen mayor autonomía normativa y administrativa en el manejo del IRPF.
Los especialistas fiscales anticipan que, aunque inicialmente muchas comunidades autónomas rechacen las nuevas competencias, eventualmente las adoptarán como anteriormente lo hicieron con la administración y cobro de impuestos como Sucesiones y donaciones, Transmisiones patrimoniales, Patrimonio o Juego.
Con este convenio, la Agencia tributaria de Cataluña (ATC) pasará a administrar 38.238 millones en 2026, un aumento significativo desde los 5.238 millones actuales, y deberá devolver 2.737 millones a los contribuyentes catalanes, así como reintegrar al Estado la parte que se acuerde de la cuota estatal del IRPF.
SE NECESITARÁ UNA MAYORÍA PARLAMENTARIA SÓLIDA
Desde Gestha se considera que el Gobierno español necesitará de intensas negociaciones multilaterales para consensuar el cambio en el modelo de financiación autonómica, diseñar meticulosamente las modificaciones legales requeridas para ceder la administración del IRPF «sin tacha de inconstitucionalidad», y obtener los apoyos parlamentarios necesarios para su ratificación.
Según Gestha, la tensión política actual podría complicar la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica, que debe garantizar la suficiencia financiera y la solidaridad territorial, especialmente bajo el criterio de ordinalidad, para asegurar que los servicios públicos mantengan niveles similares en todas las CCAA.
Si se aprueba finalmente, las comunidades más favorecidas serán aquellas donde la recaudación supera la financiación recibida, como Madrid, Baleares y Cataluña, mientras que las más afectadas serán aquellas que dependen más de los Fondos de Garantía, Suficiencia, Cooperación y Competitividad, como Extremadura, Canarias o Asturias.
LA ATC TENDRÍA QUE AUMENTAR SU PLANTILLA HASTA LOS 5.200 EMPLEADOS
Gestha menciona que la ATC necesitará expandir su equipo hasta alcanzar los 5.200 trabajadores, incluyendo unos 2.000 inspectores y técnicos autonómicos, para efectuar el control tributario del IRPF.
A largo plazo, es probable que la AEAT provea recursos informáticos a la ATC para compartir datos del IRPF y evitar incrementos en el fraude fiscal, aunque el sindicato ha advertido sobre la dificultad del traspaso de personal, mencionando que la mayoría de los 6.359 empleados de la AEAT en Cataluña no están dispuestos a integrarse en la ATC.









