Iberdrola ha finalizado la jornada bursátil alcanzando nuevos máximos históricos, con un incremento del 3,42%, motivado por unos resultados financieros en los primeros nueve meses del año que han superado las expectativas del mercado, además de anunciar un aumento en su previsión de beneficio para el año completo.
Las acciones de la empresa liderada por Ignacio Sánchez Galán se destacaron en el Ibex 35, cerrando a un valor de 17,7 euros por acción, elevando su capitalización a más de 118.000 millones de euros.
El conglomerado energético ha comunicado que espera alcanzar un beneficio neto ajustado de 6.600 millones de euros para el año en curso, lo que representa un crecimiento de dos cifras en comparación con 2024, y ha propuesto un dividendo a cuenta récord de 0,25 euros por acción, un 8,2% superior al del año pasado.
En los primeros nueve meses, la eléctrica registró un beneficio neto de 5.307 millones de euros, un descenso del 3% respecto al mismo periodo del año anterior, debido a menores ganancias en comparación con 2024. Excluyendo ciertos elementos extraordinarios y ajustando por el impacto del ‘capital allowance’ en el Reino Unido, el beneficio neto ajustado aumentó un 16,6%, alcanzando los 5.116,1 millones de euros.
El Ebitda se situó en 12.438 millones de euros, mientras que la deuda neta se redujo en 3.200 millones de euros, situándose en 48.500 millones de euros, gracias a la generación de efectivo y la estrategia de rotación de activos.
ANALISTAS VALORAN UNOS RESULTADOS «SÓLIDOS»
Los expertos han descrito los resultados como «sólidos y por encima de consenso», resaltando la mejora en las proyecciones de beneficio para el año y el perfil defensivo y diversificado de la empresa.
Morgan Stanley anticipó una reacción favorable en el mercado y prevé ajustes al alza en las estimaciones de ganancia por acción, mientras que Bestinver enfatizó el crecimiento del Ebitda y el beneficio neto, ambos superando las proyecciones.
Asimismo, BNP Paribas y BofA Fixed Income destacaron la solidez crediticia de Iberdrola y la reducción de la deuda neta, mientras que Deutsche Bank y Kepler Cheuvreux enfocaron en la revisión al alza de la previsión de beneficio para 2025, que ha pasado de un crecimiento de un dígito a dos dígitos, y en el incremento del dividendo.
Por otro lado, Barclays y Exane BNP resaltaron la claridad en el crecimiento hasta 2030 y la valoración de Iberdrola como un «ejemplo en el sector» por su capacidad defensiva y diversificación.











