Íkualo sella una alianza con Mastercard y aspira a mover 35 millones en operaciones en 2026

El neobanco Íkualo, que llegó al mercado español hace dos años con el objetivo principal de atender a personas migrantes, ha anunciado este jueves un acuerdo estratégico con Mastercard. Gracias a esta colaboración, sus usuarios podrán utilizar la nueva tarjeta Íkualo Mastercard y efectuar pagos inmediatos desde el teléfono móvil.

La ‘fintech’ ha explicado en una nota que su hoja de ruta pasa por alcanzar los 200.000 clientes a finales de 2026 y gestionar en torno a 35 millones de euros en transacciones para esa fecha.

Ambas compañías enmarcan este pacto en la necesidad de impulsar la inclusión financiera de la población migrante en Europa, un colectivo de más de 23 millones de personas –5,5 millones en España– que a menudo se topa con obstáculos como la ausencia de historial crediticio o procesos burocráticos extensos. La nueva tarjeta permitirá efectuar pagos «sencillos, rápidos y seguros» en más de 200 países y territorios.

«Identidad verificada con pasaporte, cuenta abierta y tarjeta lista para pagar en minutos: así se siente la inclusión cuando es real», ha señalado el fundador y consejero delegado de Íkualo, Harold Correa, quien considera que la alianza apuntala la misión de la empresa de facilitar el acceso al sistema financiero desde el primer día.

El director general de Mastercard España, Juan Pablo Vivas, ha remarcado que la compañía pretende «poner la tecnología al servicio de quienes más lo necesitan» y garantizar servicios financieros «seguros, rápidos y globales» para las personas migrantes en Europa.

Correa ha apuntado además que esta cooperación acelera su despliegue en el continente europeo y persigue consolidar a Íkualo como la «cuenta de referencia» para migrantes y sus familias, integrando pagos del día a día, envío de remesas y nuevas vías de desarrollo económico.

Asimismo, se ha precisado que el acuerdo se ha materializado también gracias a la participación de Bnext y MSL, que han contribuido con la capa regulatoria y parte de la infraestructura tecnológica necesaria.