En 2024, la industria de pagos en España alcanzó una facturación estimada en 24.000 millones de euros, con expectativas de crecimiento hasta los 26.000 millones para 2029, de acuerdo con un estudio de Boston Consulting Group.
A nivel europeo, los ingresos por pagos se situaron en 311.000 millones en 2024, con proyecciones de aumento hasta los 369.000 millones para el final de 2029. A escala global, la facturación alcanzó los 1,8 billones de euros, lo que representa un incremento del 8,8% respecto a cinco años atrás.
El informe atribuye esta expansión al traslado de las transacciones en efectivo hacia plataformas digitales, el crecimiento de los ingresos no transaccionales, el auge del comercio electrónico y la modernización de las infraestructuras. Sin embargo, se anticipa una desaceleración del crecimiento en años venideros.
“La pérdida de fuerza de las palancas de crecimiento tradicionales coincide con la irrupción de nuevos motores como la IA agentiva, las monedas digitales y la innovación en tecnología financiera. Adaptarse a esta transformación es una condición imprescindible para asegurar la competitividad y consolidar un liderazgo sostenible a largo plazo”, ha dicho el director gerente y socio de Boston Consulting Group, Jorge Colado.
Según el documento de BCG, América Latina encabezará el crecimiento con un promedio anual del 7,9% del 2024 al 2029, seguido por Oriente Medio y África con un 6,8%. Europa y Norteamérica experimentarán un crecimiento del 3,5% y 3,4% respectivamente, mientras que Asia-Pacífico crecerá un 3,3%.
En España, la transición hacia el abandono del efectivo sigue fortaleciendo los pagos digitales, aunque se observa una preferencia creciente por métodos de pago alternativos como Bizum en detrimento de las tarjetas tradicionales.