En septiembre, el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó su tasa interanual en tres décimas, alcanzando el 3%, la cifra más elevada desde febrero y superando en una décima las proyecciones previas del Instituto Nacional de Estadística (INE), que había estimado un 2,9%. Este dato se confirmó este miércoles tras la publicación de las cifras oficiales por parte del organismo.
Tras un periodo de estabilidad en agosto, donde la inflación se mantuvo en el 2,7%, septiembre marcó un retorno a los incrementos. “Esta evolución de la inflación interanual se explica principalmente por efectos base en carburantes y, en menor medida, electricidad”, indicó el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
El grupo de transporte vio aumentada su tasa anual en un punto hasta el 2,2% en septiembre, debido a una disminución en la caída de precios en carburantes y lubricantes para vehículos personales comparado con septiembre de 2024. Por otro lado, se registró un descenso más acentuado en los precios del transporte aéreo de pasajeros en comparación con el mismo mes del año anterior.
Por su parte, el grupo de vivienda experimentó un aumento en su tasa interanual de 1,1 puntos, llegando al 7,1%, debido a una reducción menos pronunciada en los precios de la electricidad respecto al año pasado.
LA SUBYACENTE SE MANTIENE EN EL 2,4%
La inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, se mantuvo constante en septiembre en el 2,4%, ligeramente por encima de las cifras preliminares del INE. Desde el Ministerio de Economía, se ha señalado que este porcentaje continúa “en la senda de moderación hacia el objetivo del Banco Central Europeo”, fijado en el 2%.
La inflación en alimentos y bebidas no alcohólicas se estabilizó en el 2,4% durante septiembre, con una notable caída interanual en el precio del aceite de oliva del 34,5%.
En la comparativa mensual (septiembre sobre agosto), el IPC experimentó un descenso del 0,3%, influenciado por la reducción en el costo de los paquetes turísticos y el transporte aéreo de pasajeros, y un incremento en los precios de vestido y calzado coincidiendo con el inicio de la temporada otoño-invierno.