Itaú, el banco de Brasil, ha finalizado el contrato de cerca de 1.000 trabajadores de sus oficinas del Centro Tecnológico (CT), CEIC y Faria Lima, todas ubicadas en São Paulo, debido a una «baja adhesión al teletrabajo», como señaló el Sindicato dos Bancários.
Durante un periodo de seis meses, la entidad financiera evaluó la productividad de estos empleados, encontrando períodos de inactividad en los equipos corporativos que, en algunos casos, superaban las cuatro horas.
El sindicato ha cuestionado la ausencia de un diálogo previo por parte del banco con sus trabajadores y representantes sindicales para discutir las desvinculaciones y ha criticado los fundamentos de esta decisión, ya que «no considera la complejidad de la banca remota, posibles fallos técnicos, problemas de salud, sobrecarga y ni siquiera la organización del trabajo en equipo», indicó Maikon Azzi, director del sindicato y trabajador de Itaú.
«Incluso con seis meses de seguimiento, no hubo ningún intento de diálogo por parte del banco, ninguna advertencia, ninguna retroalimentación, ninguna otra señal para una conducta correctiva, y ni siquiera una oportunidad para que los empleados se defendieran», afirmó.
Desde el sindicato, se argumenta que el teletrabajo «no puede ser excusa» para intensificar «un control excesivo, vigilancia abusiva y la falta de respeto a las relaciones laborales». También solicitan que se llenen las posiciones vacantes para evitar incrementar la carga de trabajo sobre el personal que sigue en la institución.











