El presidente de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), Javier Escribano, ha manifestado que no contempla vender la empresa si la propuesta de fusión con Indra no fructifica, tal como lo comunicó en una reciente reunión con periodistas.
Ante la posible colisión de intereses debido a que Ángel Escribano, hermano de Javier y co-propietario de EM&E, es también presidente de Indra, Javier ha aclarado que para EM&E “no hay ningún plan B”.
“No hay ningún plan B por parte de Escribano y decir: Si no me fusiono con Indra, vendemos la empresa. Nosotros no vamos ni a vender la empresa ni a irnos. Nosotros hemos venido para quedarnos y si nos fusionamos con Indra, nos quedaremos de accionistas. No nos vamos a ir ni vamos a hacer ninguna barrabasada. Primero porque no es nuestro objetivo y segundo porque sería una deslealtad total a todo lo que hemos creado hasta ahora”, afirmó Javier Escribano.
Además, destacó que la atracción de Indra hacia EM&E no es reciente, dado que ya existía interés en la adquisición antes de que Ángel Escribano asumiera la presidencia de Indra, donde EM&E posee el segundo mayor paquete accionarial con un 14,3%, solo superado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que detenta un 28%.
“Somos una compañía que Indra siempre ha tenido interés en adquirir. Por equis motivos, durante el pasado, nosotros siempre nos hemos puesto un poco de perfil. Luego, en el transcurso del tiempo, Indra ha sido una empresa cercana a nosotros, con la que hemos tenido siempre buena relación. Para nosotros es histórico”, agregó Escribano.
Respecto a la operación en estudio, Javier Escribano explicó que “no es monetaria”, ya que se trata de una fusión que implicaría una ampliación de capital en Indra para integrar a EM&E de forma más significativa.
“En cuanto al porcentaje, estamos a expensas de que los bancos hagan su trabajo y cuando lo tengan y emitan un veredicto haremos una negociación más fina o veremos hasta dónde podemos llegar. Es algo en lo cual nos tenemos que sentir todos cómodos”, subrayó.
Por otro lado, Javier Escribano resaltó las ventajas de la fusión potencial, mencionando que ambas firmas poseen capacidades complementarias y que, de concretarse, resultaría en una empresa de mayor envergadura capaz de impulsar a otras pymes del sector.
“Ángel (Escribano) y yo somos personas que venimos del mundo de la industria pequeña (…), de unas condiciones muy humildes y queremos, por supuesto, crear una compañía nacional de defensa, pero que las pymes y que toda la gente de la cadena de valor que está en el sector se capacite, progrese y salga adelante. El mandato que hay en el aumento de los presupuestos (militares) no se trata de crear empresas ‘elefantiásicas’ solamente, sino crear empleo de calidad y crear cohesión territorial”, destacó.
Finalmente, Javier Escribano también ha descartado la posibilidad de un expediente de regulación de empleo (ERE) en caso de avanzar con la fusión, apuntando más bien a la creación de nuevos empleos.
En cuanto a la facturación, se espera cerrar el ejercicio con unos 480 millones de euros y un resultado bruto de explotación (ebitda) entre 180 y 190 millones de euros, según las últimas previsiones que mejoran las cifras proyectadas en marzo. La cartera de pedidos se ha incrementado recientemente hasta alcanzar los 1.400 millones de euros debido a la adjudicación de programas de modernización militar por parte del Gobierno.